La soberanía alimentaria, en términos simples, es la capacidad de producir alimentos de manera sostenible y que la ciudadanía acceda a formas de nutrición balanceada y nutritiva, por eso el gobierno en Mantua, sus autoridades anunciaron la decisión de avanzar en esta dirección.
Henry Domínguez Reyes, Intendente municipal, explica que “ellos define su propio perfil de soberanía alimentaria; trabajan en el diseño de un sistema de producción y comercialización que, además, se basa en la promoción de una cultura nutricional en pro de la salud de la población".
Por el momento, y mientras se organizan los elementos teóricos y jurídicos, los propietarios de patios representan un destello de la soberanía alimentaria allí; el movimiento lo conforman individuos y familias, con el apoyo de entidades agrícolas y de capacitación.
Yoel Valdés Miranda, coordinador municipal de los CDR, asegura que "Los dueños de patios son la alternativa del barrio. No hay un pedazo de tierra o un jardín que no produzca alimentos en la comunidad. Ellos representan una parte inexplorada que pronto tendrá un gran peso en la alimentación de las zonas urbanas ".
Desde el punto de vista educativo, el cultivo en patios y parcelas aúpa valores aletargados de la mentalidad productiva, como también estimula el consumo de alimentos que, en determinado momento, salieron del espectro tradicional de la cocina cubana.
Entre las temáticas de la soberanía, figuran el aumento de la producción de granos y frutales que sustituyen importaciones y contribuyen con la industria local para producir alimentos con calidad e inocuidad, a la par de minimizar las pérdidas por desperdicios.
En esta primera etapa es necesario diseñar un sistema efectivo a nivel local, que conduzca a la soberanía alimentaria. El mismo debe basarse en el concurso del sistema educacional, las instituciones culturales y la participación de los medios de comunicación que contribuyen a plantar saberes, procedimientos entre los actores del cambio.
"En la práctica- dice Domínguez Reyes- la soberanía se manifiesta a través del Programa de Autoabastecimiento Municipal, que impulsa el acceso mensual de cada ciudadano a unas 30 libras de alimentos, entre los que figuran viandas, hortalizas, granos y frutas. Pero el referido programa, no ha mostrado los resultados esperados".
El ingeniero Antonio Ordaz, de la delegación de la Agricultura, afirma "La soberanía alimentaria demanda cambios profundos en la manera de ver su desempeño desde lo local. Conceptos arraigados como la dependencia casi exclusiva de productos químicos y la no introducción acelerada de la ciencia agronómica en el surco, no favorecen la soberanía alimentaria".
Entran en el ruedo factores como la recurrencia de la agricultura orgánica, la ecología y la sincronización total con la naturaleza y los nuevos ciclos climáticos. Se debe avanzar en la organización científica de las áreas de cultivo y forraje, la utilización de mejores tierras para granos, viandas y frutales; consolidar la mentalidad científica del campesino en tiempos muy diferentes a anteriores generaciones, pero, sobre todo, enseñar a planificar desde la parcela hasta la tarima.
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