El 2020 fue un año difícil y, quizás, el más retador para el sistema de la cultura. En medio de las restricciones impuestas por la covid19 y este sector tuvo que recorrer los caminos de la creación desde el aislamiento.
Así lo afirma el escritor e historiador, Enrique Pertierra, desde su casa en la villa de Mantua, donde permanece inmerso en la actividad literaria: “ha sido un tiempo bien difícil, pero muy pródigo para la creación. Cada hora de mi vida en estos casi diez meses se traduce en palabras, cuartillas, ideas que voy a legar a la posteridad.”
El coronavirus impactó en la dinámica cultural de este territorio noroccidental. Las instituciones cerraron y las actividades dedicadas a la música, la danza y la literatura se redujeron a la mínima expresión.
“Hemos tonado otros derroteros- explica Chelín Piñero, profesora de teatro y directora municipal del sector- cuando se pudo emplear el pequeño formato, lo hicimos. Cuando las cosas fueron más difíciles, los creadores siguieron produciendo arte desde sus casas, y los medios locales dieron ese paso increíble de servir de puente con los ciudadanos de Mantua, la provincia y el país, para que la cultura siguiera defendiendo los ideales de la Revolución.”
En las plataformas virtuales, los artistas y creadores locales encontraron nuevos y originales espacios para sus obras. “Agradezco a la Televisión Comunitaria por la promoción de nuestras canciones en sus redes sociales.- dice Joandy Echaide, compositor y cantante nobel- No solo fueron capaces de editar y mezclar a distancia, también dieron a conocer nuestro canto a quienes se esfuerzan en el combate contra el nuevo coronavirus”.
Octubre trajo el homenaje a la Cultura cubana, con la promoción literaria, la trova, poetas y juglares de la exégesis local. La plástica estuvo representada en diversos escenarios de la villa y en concursos nacionales para los niños y jóvenes.
“No pensé que pudiéramos hacer mucho- expresa Julio Cosme, instructor de arte y creador plástico- pero encontramos las vías de mostrar que, detrás de las puertas de los hogares, continuaba la creación. Hoy sé que nada puede detener la energía de los chicos y sus deseos de pintar y dibujar. Ni siquiera un virus mortal tiene esa fuerza, esa potestad.”
Fue el mes propicio para honrar a Élida Justis, gloria de la cultura cubana, dueña de una obra que dedicó a cada familia de Mantua, su patria adoptiva. “La cultura en este país- dijo la afamada profesora de ballet clásico y danza- es la Revolución misma materializada en cada creador que se siente cubano. Porque aquí se ha hecho mucho por la cultura, y se ha hecho gratis, con el único fin de hacer que el pueblo saque adelante sus talentos”.
Los tiempos no favorecen los escenarios atestados de personas. Justo es decir que la tecnología, en sus bondades, suple los espacios que la pandemia resta, y aunque la emoción y las vivencias no sean las mismas, siempre queda el acto espiritual de saber que nuestros artistas viven y respiran por y para su pueblo. Y es que las fuerzas de la naturaleza jamás podrán detener la voluntad de crecer de la cultura cubana, calificada tan acertadamente por el líder de la Revolución como, el escudo y la espada de la nación.
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