No es un asunto concluso, y mucho se ha de andar para que funcione tal como se espera y se sueña, pero hay claridad de sus reglas, principios, procedimientos y aplicaciones con intenciones persuasivas, para influir en los destinatarios y realizar el bien público. Indudablemente, y al amparo de las tecnologías, la comunicación institucional constituye la novedad del momento y oportunidad para emplear un lenguaje diferente en la relación del pueblo con sus gobernantes.
Y es que su potencial para establecer matrices de opinión y optimizar procesos en el entramado social la convierte en herramienta invaluable de la gestión de los gobiernos municipales.
En el plano local, los mejores presupuestos de la comunicación institucional radican en la socialización de la información para el fortalecimiento de la gobernabilidad y la participación, al facilitar diversidad de opiniones y retroalimentación sistemática y multidireccional entre los ciudadanos, las entidades del poder popular y los centros administrativos y de servicios.
Sitios Webs, publicaciones periódicas y un desarrollo creciente de las infografías públicas refrendan un modo diferente de interacción con el pueblo. Los que trabajan esta esfera en las instituciones locales se encargan de estudiar y conocer la identidad del territorio para después plasmarla en cada producto comunicativo y el consciente de cada ciudadano participante, directa o indirectamente, en la gestión de gobierno, buscando credibilidad, relevancia y empatía.
La reciente experiencia de Mantua demuestra que, lejos de significar desinterés, la gobernabilidad, apoyada por novedosos presupuestos tecnológicos, se manifiesta en la participación, la pluralidad y la relación más estrecha de los ciudadanos con sus líderes elegidos.
Las publicaciones digitales de la localidad, la experimentación semiótica y la posibilidad del mensaje electrónico directo, desde y hacia los decisores, han estimulado el surgimiento de un ambiente participativo que se manifiesta en el entorno virtual de las redes sociales, las rendiciones de cuenta y el efecto inmediato sobre los ciudadanos de los comentarios, reportajes y entrevistas que cada sábado transmite la televisión comunitaria.
Es bueno señalar en este punto que, la radio y la prensa televisiva locales han duplicado los beneficios de la información próxima, sin recurrir a filtros e interpretaciones suplementarias: noticieros semanales hechos por la comunidad y para la comunidad, promociones, dossiers, dramatizados, cápsulas de facilitación social y espacios de información destinados a los pobladores clarifican la gestión administrativa local, gestionan la solución de planteamientos y apoyan la marcha de procesos que inciden directamente sobre la calidad de vida de los pobladores.
El sistema de comunicación local genera, además, paquetes informativos para delegados y cuadros administrativos quienes desempeñan un rol determinante en la forma de pensar y actuar de los ciudadanos. Desde la aplicación de estrategias comunicativas, se maneja un estatus de aclaración y explicación, que solo ha sido posible al comprender el rol de la comunicación institucional para el contacto efectivo con la ciudadanía.
Las redes sociales juegan, cada vez, mayor protagonismo en la gestión del gobierno local. Perfiles y publicaciones sistemáticas contribuyen a un clima de transparencia que propicia el debate, conocimiento de primera mano de las tendencias opináticas y la orientación constante de las líneas de trabajo.
En la actualidad Mantua y Consolación del Sur fomentan la aplicación de estrategias comunicativas en las empresas y entidades locales, como vías para encausar los métodos de dirección, la interacción con los trabajadores y la optimización de los procesos productivos.
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