Fiesta de obreros que marchan por la unidad, el compromiso y la fe en la victoria de su causa. En cada calle, en cada plaza de Mantua, hombres mujeres y niños se movilizaron para apoyar la causa del socialismo y la voluntad de construir un mejor país para hoy y para el mañana.
El color rojo se suma a un arcoíris de tonalidades que denotan alegría y fraternidad. Hoy somos todos, un solo puño, una decisión pensada y ejecutada: hoy somos Cuba.
Desfilan los sindicatos de la salud, la educación, el comercio, la cultura y las entidades agrícolas; entre todos la porfía fraterna, plena de sonrisas porque cada bloque quiere ser el mejor.
Los comunicadores lucieron galas. Representantes de un mundo al que, paso a paso, el país se abre, en un esfuerzo por mostrar las verdades de Cuba, isla sitiada y rebelde.
Es un ejército cuyas armas son las batas blancas y la determinación de llevar la medicina cubana a todos los rincones del mundo.
Desfilan los sindicatos de la educación, el comercio, la cultura y las entidades agrícolas; entre todos la porfía fraterna, plena de sonrisas porque cada bloque quiere ser el mejor.
Así transcurrió el primero de mayo en Mantua, cuna rebelde y mambisa de Pinar del Río.
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