La pertinaz lluvia de la tarde no impidió que familiares, vecinos y amigos de Alejandro de la Cruz lo recibieran en su casa, al regresar de los Panamericanos en los que obtuvo la medalla de bronce en la prueba de caballo de salto, del evento de gimnasia artística.
Entre risas, vivencias y emociones, el novel atleta agradeció la acogida: “Me siento emocionado y acojo con orgullo este recibimiento que me hicieron, aunque las condiciones del clima no son buenas. Gracias a todos, esto me llena de orgullo y deseos de seguir adelante”
Es la primera vez que este joven conforma el equipo Cuba. Comentó que la competencia se tornó compleja por la actuación de los árbitros pero que el equipo se impuso y eso le sirvió de inspiración. El jovencito de 19 años comentó: “Realmente se siente mucha tensión. Es mi primera experiencia en Juegos Panamericanos y también representando a Cuba en su equipo nacional. La rivalidad fue muy fuerte. Todo había que hacerlo perfecto, sino los jueces te afectaban. Pero ya vez el resultado salió y estoy contento”.
Alejandro practica la gimnasia desde los seis años de edad. Se le reconoce como laborioso y dedicado. “Me he dedicado, pero la familia es decisiva. Me apoyan en todo y es fundamental en los resultados que obtengo”, agregó el atleta.
Para este joven el resultado de los Panamericanos es un peldaño en su carrera deportiva. Tomará unos días de descanso y se incorpora a la preparación en la Escuela Nacional de Gimnasia.
La emoción le entrecortaba las palabras, pero no fue impedimento para que narrara sus vivencias y manifestara su voluntad de seguir preparándose como atleta y capitán de capitanes de la selección nacional de gimnasia.
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