No se puede hablar de José Martí sin mencionar la palabra pureza, libertad, sabiduría e independencia.
El Héroe Nacional con su ideario martiano trazó un camino de luz para las generaciones de todos los tiempos, en su vasta obra describió al imperio enemigo y predijo sus artimañas.
A través de sus escritos martianos, ya sean cartas, versos, publicaciones y otros artículos conocemos a un Martí defensor, no solo de las proyecciones que conducen la paz entre las naciones, sino también al hombre sencillo, de espíritu humilde y sobre todo humano. Siempre presto a la reflexión, a la búsqueda del mejoramiento de la sociedad, a cultivar el hombre de bien y a desarrollar principios éticos.
Propiciar una adecuada educación en los más pequeños fue parte de su interés, de ahí su gran obra “La Edad de Oro” dedicada a ellos, escrita con destreza y conocimiento, que entreteje en sus renglones una magnífica enseñanza.
Pero…. qué decir de los versos sencillos, de las cartas a María Mantilla, del artículo “Los pinos nuevos” y de aquel folleto titulado “El presidio Político en Cuba”, consumado en las más crueles circunstancias, Martí lo expresa en la primera frase cuando dice: “Dolor infinito debía ser el único nombre de estas páginas (…)”
¡Cuánta grandeza y ansias de soberanía reflejadas, a través de la pluma, cuánto despecho y sufrimiento manifestado en lira!
Su pensamiento continúa vigente hasta nuestros tiempos, pues representa el legado que nos instruye, para perseverar ante momentos cruciales como los que vivimos y a la vez nos enseña a enaltecer el papel de la Revolución cubana.
Al conmemorarse este 28 de enero el aniversario 167 de su natalicio, el pueblo minero rinde homenaje a quien vive, con más ímpetu que nunca, en el corazón de todos los cubanos.
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.
Redpinar se reserva el derecho a no publicar los comentarios que incumplan las políticas anteriores.