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Si piensa que puede ser un error de corrección o un ardid del periodista para atraer a los lectores, le advertimos que no es el caso.
La Estación Experimental de Tabaco de San Juan y Martínez exhibe entre sus resultados más recientes la tecnología para obtener capas de color verde. Así, como se lee.
El proyecto figura entre una serie de nuevos productos que la institución ha estado desarrollando en los últimos tiempos y tendría como destino el mercado de Estados Unidos, en caso de que las restricciones comerciales impuestas por el bloqueo desaparecieran.
El doctor en ciencias Nelson Rodríguez López, director del centro, explica que tal como se infiere de su nombre, el objetivo es lograr hojas que después del proceso de secado, posean las características de finura y elasticidad típicas de cualquier capa con que se viste un habano, sin perder su color verde.
Según el especialista, este es un producto que ya se obtuvo en nuestro país antes del triunfo de la Revolución, cuando el cultivo del tabaco cubano estaba monopolizado por las compañías norteamericanas.
“En la actualidad no quedaban vestigios de esa tecnología, que en Cuba se estuvo aplicando hasta principios de los años 60’. De modo que para llegar a ella tuvimos que acudir a la literatura e ir haciendo pruebas”.
A grandes rasgos, el procedimiento consiste en variar totalmente los parámetros de temperatura y humedad que se le aplican al tabaco después de cosechado, en las casas de cura controlada, aunque también requiere otros manejos específicos en la etapa agrícola.
A diferencia de lo que sucede con las hojas para capa tradicionales, el director de la estación asegura que en el procesamiento de las de color verde no se eliminan los azúcares. Por tanto, poseen mayor dulzor.
“Los especialistas consideran que es una capa más ligera. Por eso se utiliza en el torcido de tabacos de baja fortaleza, para las personas que se inician como fumadores, y ha estado ganando adeptos en los últimos tiempos”.
Aunque solo se consume en Estados Unidos, y el actual gobierno de ese país se empeña en obstaculizar cualquier acercamiento comercial con Cuba, Nelson advierte que en materia de ciencia, un proyecto de investigación requiere tiempo.
Por ello considera que el principal valor de esta tecnología es que ya está disponible para cuando se necesite.
El director de la estación afirmó que la institución trabaja en otros dos proyectos relacionados con la producción de capas.
Uno de ellos, con el propósito de obtenerlas de un color mucho más oscuro, casi negro, con el que se elabora un tipo de habano exclusivo, que pudiera llegar a costar más de 1000 dólares por cada unidad.
El otro, con el objetivo de lograr capas más claras que las que se producen en la actualidad, dirigido al torcido de los tabacos ligeros.

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