El elevador es algo improvisado y puedo ver cada detalle constructivo del edificio durante el ascenso. Da un poco de miedo mientras sube, pero funciona. En el séptimo piso, la puerta del apartamento 72 está ligeramente abierta. Toco con cautela y Lester Hamlet aparece frente a mí. Me presento como la periodista. ¿La de Granma?, pregunta él. Confiesa que había olvidado la entrevista, pero se acomoda en un sofá. Nos rodea el lirismo de La Habana, que se ve inmensa desde el balcón. Hay también una hamaca, carteles de varias películas. En la pared del fondo sobresale el cartel que anuncia, con un lápiz y una cinta de casete, en forma de corazón: Ya no es antes. Un filme de Lester que concursa en la categoría de largometrajes en este 38 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. Actúan, únicamente, Isabel Santos y Luis Alberto García.
«Era como si la película tuviera que ser actuada por ellos. Había una fuerza mayor que mi voluntad, que mi pensamiento anterior, cosas que no dependían de mí, pero hicieron que Luis Alberto e Isabel fueran los protagonistas», indica Lester cuando le pregunto sobre el cambio de los actores (Violeta Rodríguez y Hugo Reyes) que experimentó su cuarta cinta.
«Pasó una cosa: la película se trababa, había algo que no terminaba de engranar. Hasta que un día llamé a Isabel, llamé a Luis Alberto y todo fluyó.Es un honor contar con sus actuaciones en esta película, por lo que significan ellos para la historia del cine cubano, por lo que significan para mí.He tenido la oportunidad —de alguna una manera secreta, casual, divina, encargada por Dios— de unirlos de nuevo en la pantalla. La gente los reconoce como pareja emblemática, como en algún momento lo fueron Daisy Granados y Adolfo Llauradó. Entonces, permitirles a estos actores que se amen por cuarta vez en una película, que se miren enamoradamente y vuelvan a estar juntos intentando defender el amor, es algo muy bonito», precisa.
Quizás sin considerarse un cierre, el encuentro que sostuvo el pasado viernes el Consejo Nacional de Casas de Cultura (CNCC) con periodistas, dio respuesta a muchas de las interrogantes planteadas esa semana en la sección Contrapunteo del Noticiero Cultural, de la Televisión Cubana.
¿Qué opciones artísticas y literarias llegan a las comunidades? ¿Hasta qué punto se implican los creadores? ¿Cómo se organizan las programaciones? ¿Cuál es el rol de las instituciones culturales? Fueron algunas de las interrogantes abordadas en el espacio televisivo y a la vez, el incentivo para el diálogo que entre colegas sostuvo Indira Fajardo Ramírez, presidenta del CNCC.
En el espacio de intercambio que pretende convertirse en algo útil y sistemático, se ofreció una mirada desde adentro del Sistema Nacional de Casas de Cultura —integrado por su Consejo Nacional; los Centros Provinciales, departamentos y las Casas de Cultura en todo el país—, a la misión que tiene de contribuir a fortalecer los valores identitarios y humanistas de la sociedad cubana, a partir del rol transformador del arte y la literatura y de la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.