El proceso organizativo para el ahorro de energía eléctrica ha llegado a un nivel superior, pero aún hay organismos que no se dan por enterados de la importancia de la bitácora.

Es un documento de control que todo centro estatal debe tener y donde se consigna las incidencias que se producen y cuando llegan los inspectores, pueden medir el comportamiento general de la unidad.
Ocurre que en muchos lugares la ignoran y en otros no la confeccionan correctamente, y esta medida de control es la que arroja los resultados colectivos de la provincia, aunque no solo este es el problema, todavía hay muchos que no reportan diariamente su consumo.
La provincia comenzó octubre enmarcada en el ahorro, pero llegó un momento que volvió a excederse, notablemente porque se bajó la vigilancia. Ya el nivel de exigencia sube, mas allá de exigirse la desconexión total de los interruptores en el horario pico, (de once a una PM y de cinco a nueve PM) se busca hermeticidad de las neveras y de las habitaciones con aire acondicionado.
El plan de medidas es bien conocido, todos los energéticos conocen el programa orientado, tanto el de la provincia como el del presidente Miguel Diaz Canel, por lo que solo falta que todos lo cumplan.

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