• Es menos ofensivo para las personas con esa discapacidad.
• Se corresponde mejor con las prácticas profesionales actuales que se centran en conductas funcionales y factores contextuales.
• Proporciona una base lógica para diseñar apoyos individualizados debido a que se basa en un marco de referencia ecológico-social.
Con el empleo de este término, el retraso deja de ser algo de la persona y pasa a ser la expresión de la interacción entre la persona y el entorno.