Las huellas más profundas de la tormenta tropical ETA en Mantua se derivan de la crecida del río, a la vez enemigo de  la agricultura. Las vegas a lo largo del curso medio y bajo permanecieron bajo las aguas cerca de catorce horas, tiempo suficiente para interrumpir el ciclo vegetativo de los cultivos ubicados en ambas márgenes.

De las 1542 hectáreas de arroz con que cuenta el territorio, 147 fueron declaradas perdidas, lo que equivale a más de 450 toneladas del grano que no llegarán al Complejo Agroindustrial Arrocero. Otras 300  disminuirán el rendimiento en el corte, el secado y el molinado. Estas cifras preliminares pueden aumentar en los próximos días.

Las autoridades y ciudadanos de la costa norte pinareña pusieron en actividad sus planes de reducción de desastres ante la persistencia de la tormenta Eta para enfrentar el fenómeno atmosférico con los menores daños.

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