Caminar las calles y caminos vecinales, poner las manos- literalmente- sobre instituciones estatales de base e intercambiar con los ciudadanos es la estrategia de las autoridades locales en Mantua. Una visita al poblado costero de Arroyos de Mantua evidencia cuanto queda por hacer para mejorar las condiciones de vida en las comunidades.
“Es cuestión de llegar hasta donde viven las personas sencillas”- nos dice Noemís Sotuyo Ventura, Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Mantua y agrega- “Preferimos llamarlo, gobierno de calle porque es modo idóneo para observarlo todo, palpar los problemas y fomentar el cambio”.
Nada escapa a la atención de quienes llegan para ayudar: negligencias, subjetividades y olvidos voluntarios se convierten en debate fructífero que conduce a soluciones y educa a cuadros de dirección en la esencia humanista del sistema cubano.
“Me gusta ver a los jefes en el terreno, como cuando yo era soldado, porque inspiran confianza y los problemas se resuelven”. Así habla Ramón, viejo pescador e internacionalista que ha vivido toda su vida en el poblado litoral.
Otro tanto piensa Braudilio, patrón del escamero más productivo de esa locación: “Los problemas hay que darles solución en el mismo lugar, por eso veo muy bien que las autoridades vengan acá y se entrevisten con los pobladores, sin intermediarios”.
En la casa de abuelos, autoridades de la Asamblea y el Partido conversan con adultos acogidos este programa.
“Comemos bien, y estamos contentos- dice Justo, un abuelito de la localidad- acá estamos en familia y nos tratan bien, no nos aburrimos y tenemos planes de llegar a ciento veinte años”.
La insalubridad y lo feo, hieren, pero se perfilan como las únicas oportunidades para despertar el sentido estético entre los que conviven con el problema.
“Son dificultades acumuladas- comenta Sotuyo Ventura, Presidenta de la Asamblea Municipal- cuyas soluciones pertenecen al campo de los recursos materiales, por eso el acercamiento entre las autoridades locales y el barrio para facilitar las metas y alternativas que generen cambios sustanciales”.
Es una forma peculiar de gobierno, allí donde la vida condensa sus más recónditas esencias y se conquista la confianza y el corazón del pueblo, porque compartir la suerte de los humildes ha sido y es en la Cuba revolucionaria, motivo y no palabra, o pedestal.
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