Estudiantes y profesores de las enseñanzas politécnica y universitaria de Mantua participan en el movimiento “Sembrar Con Ciencia”, para incentivar la producción sostenible y la alimentación saludable.

Las estructuras productivas los reciben y en los campos fluye el intercambio entre los jóvenes y los campesinos. Los estudiantes llevan el mensaje de las prácticas agroecológicas para una agricultura sostenible.

Michel y Cristóbal estudian para ser ingenieros agrónomos, y ahora les explican a los campesinos de la Cooperativa, Antonio Maceo, de Montezuelo, la importancia de asumir prácticas amigables con la tierra.

“Abonos orgánicos- dice Cristóbal- como la cáscara de arroz, que actualmente se quema, o el humus de lombriz, son mucho mejores que los compuestos químicos, que todos piden y prefieren”.

Los productores Refieren insatisfacciones. “Es importante que se le pague a tiempo al campesino- dice Raciel Serrano, joven agricultor que vive al pie de Loma China- porque ese es su salario, y si no cobra a tiempo no puede cubrir sus necesidades”.  

Otros narran sus experiencias concretas. “Arado de madera, trampas para los insectos, compost, seguimiento del ciclo del clima y muchas más ideas- dice Raúl Fernández Moreno- las hemos estado aplicando porque sabemos la situación que tiene el país, y lo necesario que es llevar comida al mercado”.

El mensaje se fortalece entre los que, desde siempre han cumplido con el encargo de alimentar al pueblo. Así lo ve el campesino, Eladio Moreno, Octogenario que sigue con las manos y el corazón en la tierra. “Tenemos que vender, eso es verdad, pero lo primero es quedar bien con lo que pactamos con la cooperativa”.  

Por varios días el paisaje de Mantua será testigo del intercambio entre estudiantes, especialistas y productores, en un esfuerzo por fortalecer la conexión de los hombres y mujeres del campo con la ciencia y la innovación, para producir más y mejor, y establecer hábitos sanos de alimentación.