Los barqueros del Cuyaguateje

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Las vegas de tabaco de la cooperativa “Menelao Mora” en Guane, tienen en común la cercanía de la montaña y del Cuyaguateje. Tierras fuertes desafiadas cada mañana por los campesinos que asisten las plantaciones de tabaco.

Entre ellos Julio Adolfo Sotuyo, guajiro serio que vence la timidez y habla de sus labores cotidianas. “El tabaco yo prefiero cogerlo en hojas, porque rinde mucho más. Este año planté 65000 posturas y espero tener el mismo rendimiento que la anterior cosecha”.

En esta zona de Guane lo que más llama la atención es el río, guarnecido de vegetación y enormes cañas bravas. Cuentan que los campesinos fueron los que sembraron los árboles para proteger cuidar el cauce.

Noel Pérez Pedraja es uno de esos sembradores de tabaco enamorado del Cuyaguateje. “Todavía estoy fuerte para sembrar tabaco - dice- aunque tengo ayuda, y contrato ayuda. El caso es que mis rendimientos son altos, y la tierra inmejorable”.

Pérez Pedraja menciona el río y lo suma al secreto de las buenas cosechas. “Los que plantamos tabaco al lado del Cuyaguateje, tenemos derecho a tener buenas cosechas- afirma- porque el río crece, pero deja más de lo que quita. Y ya no arrastra, porque hemos protegido sus orillas”.

 

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Marcos presume de sus sembrados. Es un guajiro, de esos que habla mientras sus ojos sonríen detrás de la mascarilla. “Yo no sé lo que es coger tabaco malo aquí- dice- y aparte de lo buena que es la tierra, no paro hasta que lo tengo guardado en la casa de cura”.

Como los demás, dedica agradecimientos al río. “El Cuyaguateje es lo máximo. Crece como un mar, pero deja el abono del año. No somos científicos, pero sabemos de la ventaja de la reforestación”.

El barquero del Cuyaguateje, Rolando Álvarez Ramos, también planta tabaco. Subimos la cuesta y en el recodo exterior está su vega. aparece una vega cuidada al detalle. “Yo planto hasta 82 000 matas de tabaco y siempre buenos rendimientos. Es verdad que tengo que “pegar” duro, pero vale la pena, porque hay resultados para el país y para mi familia”.

Montano Carmona, el presidente de la cooperativa, tiene motivos para el orgullo. “En esta cooperativa todos son buenos, por eso fuimos premiados recientemente con la medalla de plata por estar entre las cooperativas del país que tienen rendimiento de dos toneladas por hectárea”.

Y en verdad son buenos hombres con historias similares y en cada una de ellas figura la entrega al trabajo y el respeto a la tierra abonada por el río Cuyaguateje.

 

 

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