Un recorrido nocturno por las unidades de la empresa denota que con la activación de los espacios caracterizados en cada una de las instalaciones se reanima la ciudad, un empeño antiguo, para hacer más grata la vida de los vueltabajeros y de quienes nos visitan.

El restaurante Las Vegas estaba concurrido como siempre, al respecto Yoanis Calderón, quien se encontraba consumiendo en el local con su familia aseveró: “la elaboración de la comida es muy buena, así como la atención de los trabajadores. Este es mi lugar preferido para cenar, porque todo está muy bonito, acogedor y lo fundamental es lo buena que está la comida”.

Por su parte el hotel La Marina muestra su esplendor, con una instalación recién remozada, el bar cafetería prestando servicio y en el restaurante climatizado llenas todas sus capacidades. Los entrevistados refirieron que era buena la calidad de la comida, la atención y la iniciativa de poner la solista con piano acompañante ha sido elogiada.

En la parrillada del Águila de Oro los clubes del danzón tienen su espacio fijo los sábados en la noche, con amplia gama de venta de alimentos y líquidos, además de la parte musical que siempre la ameniza un grupo musical. Al respecto Leopoldina Ajete, integrante del grupo de danzoneros argumentó: “Aquí tenemos un espacio para encontrarnos, bailar, compartir con las amistades. Hoy fue una lástima que solo tenemos música grabada, pero casi siempre con el grupo Hermanos Palacios hacemos de estas noches un canto a la vida”.

El MarInit, con sus especialidades de pescado y su rifa también tuvo gran aceptación.

Otras unidades de la EPAG serán visitadas en otro momento, pues estos recorridos forman parte de la estrategia de la empresa para impulsar una mejor labor y para ratificar el compromiso de los trabajadores por brindar una atención de excelencia a la población.