Más de 60 empresas y organismos de Consolación del Sur realizaron donativos para los damnificados por el tornado que paso por la Habana. Trabajadores y estudiantes de forma voluntaria y por centros laborales, comunidades y centros estudiantiles recolectaron más de 3500 piezas en las que se incluye ropa para niños, mujer y hombre, calzado y útiles del hogar entre otros.
Pioneros de varias escuelas realizan sus aportes. En sus manos llevan bolsas de varios tamaños. En ellos se multiplican las ideas humanistas y solidarias cultivadas por la revolución. Están felices por el deber cumplido, se aprecia en el brillo de sus ojos infantiles y las sonrisas que dibujaban sus rostros.
La tintorería municipal se convirtió en centro de recepción de los donativos. Su colectivo recibe, cuantifica, clasifica y empaca cada pieza recibida con esmero, conscientes de su destino y del valor que tienen, para aquellos que en pocos segundos lo perdieron todo.
No es un hecho aislado, los cubanos damos muestras a diario de compartir lo que tenemos para el bien común. Hechos como este, en que ser humanos es más que una palabra, es sentir la responsabilidad de vivir en sociedad, me hacen sentir orgullo de haber nacido en este país.
La convocatoria sigue abierta y ya está planificada la entrada de otros colectivos de niños o jóvenes estudiantes y de trabajadores. En cada uno se hace realidad el legado humanista de José martí, que sentenció “las cosas buenas se deben hacer sin llamar al universo para que lo vea a uno pasar. Se es bueno porque sí; y porque allá adentro se siente como un gusto cuando se ha hecho un bien".
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