La rendición de cuenta está a menos de una decena de días para concluir en Pinar del Río y en la celebración de 3 442 reuniones vecinales, se han captado 15 034 planteamientos de la población.
Con casi el 92 por ciento de los encuentros en circunscripciones y una asistencia promedio del 87 por ciento, puede considerarse que los pinareños hicieron suya la convocatoria de los órganos locales del Poder Popular.
Las reuniones, más que un espacio para exponer problemas y reclamar soluciones, también es tribuna para intercambiar y exigir, porque aparte de los problemas materiales hay situaciones posibles de analizar y resolverlas, como las indisciplinas sociales, que dependen de los órganos de control y de la propia población.
En la estadística es visible que el 45 por ciento de los problemas son alcanzables y se une el esfuerzo de los vecinos, pero en eso decide mucho la gestión y el nivel de convocatoria del delegado.
La administración, por su parte, logra resolver 894 casos, aunque la mayor parte dependen de muchas cosas y como involucran recursos algunos pasaran a los planes de la economía del próximo año.
La constante es inamovible: los problemas con el abasto de agua; la higienización, que en el caso de la ciudad se complejiza, porque son pocos para limpiar y muchos para ensuciar; el cambio de postes eléctricos dependen de obtener los nuevos para la reposición.
Hay otras reclamaciones que llevan inversiones mayores, como el arreglo de caminos que está obstaculizado por el déficit de combustible; la instalación de teléfonos públicos, pero Etecsa trabaja con programas calendarizados, porque son recursos mayormente de importación.
Lo más notable es que las personas reciben cada una respuesta de su caso, que en muchos satisface, porque se les asegura un futuro cercano, pero otras dependen de las oscilaciones de la economía nacional.
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