Con el nivel de responsabilidad y compromiso que implica el momento histórico, discutieron el proyecto de reforma constitucional cubano los trabajadores del Empresa de Construcción y Montaje (ATTAI) de Pinar del Río.
Después de una lectura minuciosa, los participantes en el debate fueron repasando el texto constitucional por sus diferentes acápites.
Con respecto al Título II Fundamentos Económicos, Fidel Bonilla propuso añadir al artículo 31 que el trabajo además de ser un deber y un derecho, debe constituir una obligación para todos los ciudadanos.
Sobre el tercer acápite, Ciudadanía, opinó Ernesto Daniel Maya, quien propuso que esta condición no debe perderse ni siquiera cuando una persona fallece.
En el Título IV Derechos, Deberes y Garantías, Lázaro Giraldo Godínez, defendió la tesis de que todo ciudadano que sea encausado judicialmente debe contar desde el mismo momento de su arresto con los servicios de un abogado.
Algunas reflexiones versaron además sobre el matrimonio igualitario, una propuesta que acordaron retirar de la Carta Magna, al considerarlo solo como la unión entre un hombre y una mujer.
Durante la consulta también se hizo énfasis en agregar como requisito para la remuneración económica, el nivel de preparación alcanzado por los profesionales y se planteó la necesidad de crear un Tribunal encargado de velar por las garantías constitucionales.
Finalmente, Osniel Benítez e Irelys Ruiz, funcionarios del Partido Comunista de Cuba en la provincia, quienes estuvieron a cargo de la moderación de la consulta, felicitaron a los presentes por la profundidad de los análisis y ratificaron que este es un proceso excepcional, donde cada una de las opiniones de nuestro pueblo debe ser escuchada y respetada.
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