Yosbel Baños Pérez es uno de esos jóvenes que no le teme a la tierra ni a su duro trabajo. Relata con orgullo como hace 10 años apostó por unas 14 hectáreas de la UBPC Jesús Lemus, que estaban improductivas y desde ese entonces con intensas faenas las saca adelante.

En sus primeras ocho hectáreas el fruto era paja de caña y monte firme de marabú, por eso aclara: “Vengo de raíces campesinas desde mis abuelos y la tierra es parte de la existencia de mi gente. Aquí en esta tierra llevo 10 años y al inicio muchos me creían loco, pero he echado hacia adelante.

“Aquí todo quedaba lejos, la electricidad y el agua; ahora tengo a ambas cosas: hemos construido tranques para almacenar y regar.”

Los frutales es uno de los cultivos que fomenta en la finca, aproximadamente 4 000 matas de guayaba y producen con buenos rendimientos.

“La guayaba y el mango – aclara- son plantas que no faltan y tienen mucha demanda. Del mango estamos aprendiendo de su forma de plantación, con las variedades que más pueden rendir en este tipo de suelo.”

El joven campesino, con la diversificación busca la carta de triunfo en la agricultura; quiere obtener producciones todo el año y con la cría de ganado mayor aparte, asume un reto de alta responsabilidad.

“La cría de ganado me viene de herencia, hace algunos años comencé a criar cerdos con los contratos estatales, pero la cría de vacunos es otra historia que comenzamos desde 2018, primero con 60 cabezas y vamos desarrollándonos bien.”

in cultivar.