Un barrio que se transforma “4 de Abril”

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 terminacion de viviendas

Llegar al “Barrio del Tubo”, en Sanguily, es comenzar a palpar esa realidad social que urge ser cambiada. El nombre del cual la voz popular rehúsa deshacerse por más que oficialmente se nombre “4 de Abril”.

Es un barrio que emergió teniendo como sostén los tubos de regadío, usados como holcones que por su parecido le dio nombre al asentamiento; precario desde su nacimiento, crece con el tiempo y se empareja con las necesidades de la vida.

Eulogia Nancy Ramírez Torrez, presidenta del Consejo Popular, explica que hace apenas tres meses se palpa el cambio.

“A partir que se determina encaminar todas las acciones del trabajo comunitario en esta demarcación la 02 se reúne y define las prioridades. Aquí se han hecho en los últimos tiempos muchas acciones, pero en las semanas más recientes el movimiento es muy fuerte”

Es visible en el barrio el cambio en los viales que, aunque no es la aspiración del asfalto si se mejoraron todos los accesos de una zona pantanosa y de poco drenaje.

En cuanto a la rehabilitación del fondo habitacional se trabaja en casos pendientes de fenomenos meteorológicos pasados y ahora la presidente refiere: “Hoy se trabaja en trece viviendas de manera total y se comenzará a trabajar en la rehabilitación de otras siete en los próximos meses.”

Yeneisca Hidalgo Ruda, madre de tres hijos, durante años vivió en una facilidad temporal y la emoción hoy salta a los ojos por que la encontramos en plena faena junto a la brigada de albañiles que levanta su vivienda.

yeniesca constrye su vivienda

“Imagínate lo que significa para mi, este es un sueño el cual yo no podía realizar sin la ayuda del gobierno. Soy madre de tres hijos vivo en una casita pequeña pero ya voy a tener mi casa con tres cuartos y eso lo agradezco mucho”

José Manuel Báez Peña es todo un personaje en Sanguily, conocido como “El Paza” todos lo recuerdan en sus tiempos de pelotero. Nos recibe en su silla de ruedas y denota el nerviosismo que le provoca la cámara, aunque agradece que su casa es una realidad y no puede evitar el sollozo de hombre, que no disimula  esa mezcla de emoción y sencillez.

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