Foto TelePinar

El aporte de los trabajadores por cuenta propia en la provincia de Pinar del Río ha sido muy válido en tiempos de COVID-19. Los ejemplos se multiplican: Ignacio y Sisely donaron caretas faciales, Pedro José transformó su Cheverolet en ambulancia, mientras Albero convirtió su auto en carro fúnebre.

La lista, por suerte es amplia, y cada día se incorporan trabajadores no estatales a la lucha por la salud de los pinareños. Las 10 camas donadas por el joven carpintero Josbel Salazar Pereda al policlínico Raúl Sánchez, de la capital provincial, es otro ejemplo de solidaridad en tiempos de pandemia.

“A este policlínico es al que yo vengo cada vez que tengo un problema de enfermedad, pero no solo yo, también mis hijas, mi familia, por eso, teniendo la posibilidad de ayudar, no lo dudé. Quise hacer la donación al policlínico que lo necesita y sé que será útil”, afirma este vueltabajero agradecido.

Las 10 camas donadas por el joven carpintero a la institución de salud, agilizaron el montaje de una sala transitoria para la atención a pacientes confirmados. Fue así que en el cuerpo de guardia del policlínico se habilitaron dos cubículos y una sala de terapia, que ya atiende urgencias de pacientes positivos.

Según explicó el Dr. Martin Martínez Mesa. Secretario general del Sindicato de Trabajadres de la Salud, “aquí el paciente recibirá toda la atención, incluso con ventiladores nuevos ubicados en la sala para poder ventilarlo y hacerle cualquier tipo de acción que necesite, mientras espera por capacidades disponibles en el Hospital León Cuervo Rubio. Luego, podremos trasladarlo a partir de las 4 o 6 horas de tenerlo nosotros estabilizándolo y acondicionándolo, todo lo cual nos permite preservar su vida”.

La sala de hospitalización transitoria posee un total de 22 camas, y un laboratorio clínico que contribuye con la calidad de la atención médica., tan necesaria en una provincia que sigue marcando números rojos.