Con rachas de vientos que llegaron a sobrepasar los 100 kilómetros por hora y acumulados significativos de lluvia en buena parte de la provincia, la tormenta tropical Laura dejó su huella de destrucción en la agricultura pinareña.
Evaluaciones preliminares arrojan daños en la infraestructura tabacalera, en 188 casas de cura natural y 31 de cura controlada.
Además, en siete escogidas y en 500 canteros de semilleros que ya habían sido regados con vistas a iniciar las siembras de la próxima campaña.
No obstante, Víctor Fidel Hernández Pérez, delegado de la Agricultura en el territorio, destaca que las acciones acometidas para proteger con mantas de nailon unas 31 000 toneladas de tabaco seco que se hallan en casas de curación y otros depósitos, evitaron que estas se dañaran, a pesar de que algunas de las construcciones sufrieron averías.
Gracias a la previsión, también fue posible salvar la cubierta de cientos de túneles de posturas y no pocos equipos de los aserríos que de mojarse, hubieran corrido peligro.
Además, el drenaje a tiempo de los campos en el polo productivo
Hermanos Barcón, impidió que se inundaran los sembrados de las zonas más bajas.
Según el funcionario, hasta el momento se han cuantificado unas 3000 hectáreas (ha) de cultivos varios con algún grado de afectación.
Entre ellas, más de 140 ha que se perdieron totalmente.
El plátano, la yuca y el maíz, figuran entre los más golpeados, junto a unas 200 ha de arroz pertenecientes a la Empresa Agroindustrial de Granos, que ya se encontraban en cosecha.
«Hoy, la prioridad en nuestros campos es acopiar todo lo que sea posible para llevarlo a los mercados o la industria y volver a sembrar las áreas perdidas», asegura el delegado del Minag en Vueltabajo y advierte que en el caso del plátano, la indicación es sembrar dos plantas por cada una que se haya perdido.
Para ello, se impone trabajar con agilidad y optimismo, como ha sido tradición entre los campesinos pinareños, ante el embate de otros fenómenos meteorológicos, afirma.
A pesar de los estragos de Laura, señala que Pinar del Río no renuncia al propósito de realizar una buena campaña tabacalera - que deberá sobrepasar las 19 700 ha- y a plantar las 42 500 ha de cultivos varios previstas para la campaña de frío.
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