A propósito de este 13 de agosto, en que los cubanos celebramos el natalicio del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, Maritza Miranda recuerda el encuentro inolvidable que sostuviera con el Líder de la Revolución hace más de medio siglo.
La secretaria del buró sindical de la Delegación Provincial de la Agricultura en Pinar del Río, cuenta que fue en el año 1968, cuando cursaba estudios en el actual municipio de Guane.
“Hablamos sobre nuestro trabajo en aquel lugar y las condiciones que había para realizar el mismo.
“Después de escuchar mi explicación, me pregunto: ¿si yo te doy algo para mejorar tus condiciones, serías capaz de hacer más?
Y yo le respondí de inmediato: ¡Claro, Comandante!”, rememora Maritza como si viajara en el tiempo hasta aquel día.
Al final de la conversación, asegura que Fidel se despidió con una exhortación que trataría de cumplir al pie de la letra. “Me dijo: Confía en la Revolución, estudia mucho para que en el mañana puedas ser una buena profesional y puedas transmitirle tus conocimientos a las nuevas generaciones”.
“Fueron cinco minutos, pero sus palabras me acompañarán toda la vida en mi andar como revolucionaria”, asegura Maritza.
Fiel al legado del Comandante, aquella niña humilde que dialogó con él en Guane, cuando cursaba la escuela de injertadoras de cítricos, se haría especialista en sanidad vegetal y máster en ciencias, y acumularía entre su extensa hoja de servicios, el honor de ser delegada al XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), en representación de los más de 41 000 integrantes del Sindicato de los Trabajadores Agropecuarios en Pinar del Río.
“Esa imagen de él, es la que me inspira a hacer cada día algo nuevo”, dice.
“Aquel encuentro en que mantuve por varios minutos mis manos dentro de las suyas, es inolvidable. Sus ojos tan profundos, con el brillo de la esperanza de que sí se puede, sus palabras, que aún guardo con profundo amor.
“Todo lo que soy, se lo debo a la Revolución, y no estoy satisfecha.
Considero que hay mucho que hacer por esta obra inmensa que él lideró”, asegura Maritza, por eso, aunque hace 13 años que sobrepasó la edad de jubilación, se mantiene en activo, y afirma llena de vitalidad y de energía: “Voy a estar trabajando mientras las fuerzas me acompañen, dándolo todo por el legado de Fidel, por mi país y por mi pueblo”.

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