Con el propósito de elevar los rendimientos en el cultivo del maíz, el sistema de la agricultura de Pinar del Río fomenta la plantación de nuevas variedades altamente productivas.
El ingeniero Jeider Estrada Mujica, especialista del Instituto de Investigaciones de Granos, explica que todas han sido obtenidas por ese centro y que poseen importantes ventajas con respecto a las tradicionales.
Entre ellas, que pueden dar dos e incluso tres mazorcas por cada planta, lo que aumenta significativamente los rendimientos por área.
Ello contrasta notablemente con las variedades tradicionales que se han empleado hasta ahora en los campos pinareños, las cuales producen una sola mazorca.
Por otra parte, el marco de plantación es más estrecho (70 cm x 20 o 25 cm) y admite una mayor densidad de plantas. Según el especialista, en una hectárea pudieran llegar a 60 mil (en las tradicionales eran 44 444)
Gracias a esto, el rendimiento podría alcanzar las cinco toneladas por hectárea, muy superior al que se ha obtenido históricamente con las variedades tradicionales, de solo unas dos toneladas.
En total, son seis las nuevas variedades que se introducen en Vueltabajo, y llevan el nombre de Esmeralda, Escambray, Dorado, Diamante, MAIG-5461 y MAIG-5462.
Jeider señala que el ciclo económico del maíz tierno estaría entre los 80 y los 90 días, y el del seco, en 150.
Hasta el momento, en la provincia existen cuatro campesinos dedicados al extensionismo de las nuevas variedades, quienes además de cultivarlas y ayudar a reproducir las semillas, contribuyen a dar a conocer sus virtudes entre los productores del territorio. Dos de ellos, radican en el municipio de Consolación del Sur, y los otros en la zona de Cortés, perteneciente al municipio de Sandino.
La máster en ciencia Odalys Antela Arrastíaa, jefa del departamento provincial de Semillas y Recursos Fitogenéticos, precisa que desde el año 2019, en Pinar del Río se viene trabajando en introducción de estas variedades para comprobar la adaptabilidad a nuestros suelos y condiciones climatológicas.
“Lo que marca la diferencia con respecto a las tradicionales, con resultados superiores, es el aumento en la densidad de población relacionado con la disminución de la distancia entre planta y planta”, detalla la funcionaria, y añade que “esta es una bondad que permiten por su porte”.
La funcionaria agrega que en la actualidad, existe disponibilidad de semillas para continuar extendiendo las variedades y que con el maíz que todavía se está recolectando de la pasada campaña de frío y el que se coseche en la actual campaña de primavera, se logrará las semillas suficientes para cubrir la demanda de toda la provincia.
El campesino Narcizo Alfonso, de la CCS Raúl Maqueira, en el municipio de Consolación del Sur, ha sido de los primeros en comprobar en su finca las ventajas que plantean los especialistas y asegura que la aceptación ha sido muy buena, por los resultados obtenidos.
En tanto, José Ángel Ortúzar, de la CCS 26 de Julio, también destaca sus virtudes y señala que con ellas ha logrado rendimientos de 4,6 toneladas por hectárea.
Elevar la producción de maíz, constituye una prioridad para la agricultura cubana, en el afán de sustituir importaciones, pues se trata de un alimento de un alto valor, en el que cada año se invierten sumas millonarias.
Recientemente, el Segundo Secretario del Comité Central del Partido, José Ramón Machado Ventura, durante una reunión de trabajo en la provincia, señaló que para cubrir las necesidades del país se necesitan anualmente unas 8 00 mil toneladas. Sin embargo, la producción nacional en el 2020 aspira a llegar apenas a las 100 mil.