Pedro Luis León, el administrador de una batería de túneles que produce alrededor de 1,2 millones de posturas para la siembra de tabaco durante cada campaña, y que desde hace cuatro años también aporta hortalizas en los meses inter-cosecha, la considera una valiosa iniciativa para generar alimentos.
Se trata de una experiencia surgida en el municipio pinareño de San Juan y Martínez y extendida al resto de la provincia, que hoy constituye una de las alternativas de la agricultura pinareña para obtener alimentos, en medio de la compleja situación originada por la Covid-19 y el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos.
El propósito es lograr una amplia gama de productos frescos, aprovechando esta valiosa infraestructura que antes permanecía inactiva la mitad del año.
Entre febrero y julio del 2020, por ejemplo, se estima que pudiera generar de 450 a 500 toneladas.
José Rolando Acosta, especialista del Movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, señala que entre los principales cultivos se incluyen la lechuga, la acelga, la zanahoria, la habichuela, la cebolla...
«Esto tiene muchas ventajas. La primera es que son construcciones que ya están hechas, que tienen sistemas de riego y suelos con un nivel de fertilización de fondo», dice.
Virginio Morales, especialista del Grupo Empresarial Tabacuba, explica que como su nombre indica, los túneles están conformados por hileras de arcos metálicos, cubiertos con polietileno de color blanco, para reducir en un 30 % la radiación solar y proteger los cultivos de la lluvia, el viento y la incidencia de plagas.
En el caso de la actividad tabacalera, estas estructuras tienen un valor muy grande. «Al comienzo de la campaña de semilleros, entre finales de agosto y septiembre, es cuando más llueve. No es lo mismo un semillero bajo techo que a la intemperie. Tienes un 90% más de posibilidades de lograr la postura».
Otra de sus virtudes –añade el especialista- es que permite concentrar la fertilización, la fumigación y todos los demás cuidados, en un área bien definida.
Aunque la gran mayoría son importados, en la provincia también han proliferado algunas variantes criollas. Trabajadores de la Empresa Integral y de Tabaco de Consolación del Sur, por ejemplo, diseñaron un modelo a partir de mangueras de PVC, a fin de que fueran más asequibles a los productores.
Virginio asegura que también existe una versión, empleando la madera, mediante la cual algunos campesinos lograron su postura en esta campaña.

En total, en Pinar del Río existen 240 túneles, y se trabaja en la construcción de otros 40 en estos momentos.
La gran mayoría, se concentra en el macizo tabacalero de Vueltabajo (municipios de Consolación del Sur, Pinar del Río, San Juan y Martínez y San Luis), y tienen la misión de producir posturas de tabaco tapado y del Virginia, aunque existen en todos los territorios.
Juan Carlos Valdés, director de la UEB de Semillas, perteneciente a la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco Hermanos Saíz, de San Juan y Martínez, por donde comenzó la experiencia de aprovechar los túneles durante el «tiempo muerto» para cosechar alimentos, considera que el resultado ha sido muy positivo.
«En nuestro municipio no se veían las hortalizas antes de esto. Todas las instalaciones alternaban entre las posturas de tabaco y la hierba».
A los 42 túneles en activo que posee actualmente la empresa sanjuanera, se incorporarán otros 10, que también pudieran sumarse a la producción antes del inicio de las siembras tabacaleras de la próxima campaña, según José Liván Font, el director.
El destino, son los mercados y los centros asistenciales del territorio.
Además de aportar alimentos frescos, en una etapa del año en la que el fuerte sol del Caribe hace muy difícil la cosecha de hortalizas, la iniciativa tiene otras ventajas.
Olga Lidia Díaz, especialista de la batería de Vivero, en San Juan y Martínez, recuerda que desde mediados de enero, cuando terminaban la entrega de posturas de tabaco, los trabajadores de la unidad se quedaban sin contenido y tenían que irse para sus casas o ser reubicados en otras áreas.
«Esto da garantía de empleo y genera ingresos para las empresas», afirma Olga Lidia.
De acuerdo con los datos de la Delegación Provincial de la Agricultura, los 240 túneles con que cuenta actualmente el territorio, suman de conjunto 10,8 hectáreas.
Si bien la cifra pudiera parecer pequeña, las características del sustrato, las condiciones de riego y el hecho de estar protegidas bajo tela, las hacen altamente productivas.
Los especialistas estiman 2,5 kilogramos por cada metro cuadrado, y añaden que según el ciclo del cultivo, es posible realizar dos y hasta tres rotaciones en una misma área.
«Estos canteros ya dieron 1,5 toneladas de pepino y mire cómo se encuentran sembrados otra vez. A finales de abril, estaremos cosechándolos de nuevo», comenta Pedro Luis León.
En los 10 túneles bajo su mando, en la entrada del poblado de San Luis, sus trabajadores han llegado a acopiar alrededor de 20 toneladas de alimentos, después de cumplir la entrega de posturas de tabaco.
«Hay que ocuparse de ellos, pero son cultivos fáciles de obtener», dice.
Motivados por los resultados que les ha dado esta práctica, incluso han decidido extenderse a las áreas exteriores, y aprovecharlas de manera permanente, con cultivos resistentes al sol, como el maíz.
Mientras me enseña los pasillos que separan un túnel de otro, en los que no hay una sola pulgada de tierra vacía, Pedro Luis advierte: «Esos surquitos de ahí, los mantenemos el año entero, y también dan comida».