Sin descuidar las medidas de protección para evitar el contagio con el nuevo coronavirus, la agricultura cubana redobla los esfuerzos con el propósito de elevar la producción.
El uso de nasobucos y de cloro diluido para el lavado de las manos, entre otras precauciones para preservar la salud de los hombres y mujeres del campo, se extienden a la par de las acciones encaminadas a mantener la vitalidad del sector.
Ante las afectaciones que sufren ya otras ramas de la economía, se potencian aquellos rubros que generan ingresos para el país, como el tabaco, el cual reportó más de 260 millones de dólares en el 2019 por concepto de exportaciones.
En Pinar del Río, por ejemplo, donde se concentra alrededor 70% de la producción, miles de campesinos y de obreros agrícolas enfrentan el momento pico de cosecha de las 17 700 hectáreas plantadas durante la campaña, y arrecian el proceso de beneficio.
En la escogida V-10-7, una de las 23 que posee el municipio cabecera del territorio, Ana María Hernández, la administradora, explica que se han separado los bancos de trabajo a más de 1,5 metros de distancia, extremado las medidas de higiene y prohibido el acceso de personal ajeno a la unidad.
«Tenemos nasobucos y pomos con cloro a la entrada, en el baño, en el comedor», detalla Ana María, y añade que gracias a eso, se garantiza el beneficio de media tonelada de hojas diariamente, y al mismo tiempo la protección de los más de 70 obreros.
En el resto de la provincia, se aplican medidas similares. Víctor Fidel Hernández, delegado de la Agricultura en Vueltabajo, asegura que se presta mucho cuidado a la higiene y a la distancia entre las personas, pero es preciso seguir produciendo.
«Tenemos la misión de continuar sembrando, cosechando y acopiando alimentos para la población», advierte.
El directivo afirmó que como parte de la estrategia del sector, se concentran los esfuerzos en cultivos de ciclo corto y en aquellos que sean menos exigentes al riego y los fertilizantes.
Es el caso del pepino, la habichuela, la calabaza, el maíz y el boniato, entre otros renglones.
En medio de la situación originada por el nuevo coronavirus a escala mundial y su impacto en la economía, afirmó que «la agricultura no se puede parar».