Cerca de 100 módulos habitacionales, conocidos por subsidios, ha de construir el territorio más noroccidental de Pinar del Río en el presente año. Nuestro equipo de trabajo visitó uno de estos y conversó con su propietaria, Yamilia Tamayo, vecina del poblado costero de Arroyos de Mantua.

“Tengo el subsidio hace algunos años y ahora se le está dando el impulso decisivo”, refiere.

Bajo el ardiente sol, los hombres que Yamilia contrató  funden  la cubierta del  módulo habitacional con presupuesto superior a los 80 mil pesos.

Aún faltan muchas acciones constructivas en la vivienda de Yamilia: paredes por vestir, ventanas, piso y electricidad.  La madera es otro asunto controvertido, para el que no abundan las respuestas.

“He tenido que comprar tablas para encofrar a muy altos precios”, y agrega: “en un municipio netamente maderero”.

 “Me preocupan  las ventanas, porque no hay madera a la vista. Las tablas para encofrar las tuve que pagar a quince pesos cada una”, dice Yamilia.

El tema desemboca en la incipiente industria local de materiales para la construcción. Sobre el particular refiere María Elena Rivero, vicepresidenta del Consejo de la Administración Municipal que "el programa de subsidios requiere de un esfuerzo extraordinario para construir cubiertas, persianas y demás que lleva cada módulo”.  

Pese a los obstáculos, la obra avanza y   Yamilia  está feliz. “Si todo sale bien y aparecen las cosas, estoy mudándome a finales de abril o principios de mayo”.

Es uno de los más de 100  módulos habitacionales subsidiados por el estado en el territorio.  Facilidad que da respuesta en buena medida a las familias afectadas por los eventos meteorológicos de las últimas décadas.