powered by social2s

miniescogidasPara que se tenga una idea de la magnitud de la tarea, Virginio Morales, especialista del grupo empresarial Tabacuba, toma su calculadora y comienza a sacar cuentas.
Determinar la cifra exacta resulta prácticamente imposible, pero pudiera andar aproximadamente por los 8 000 millones de hojas, dice.
Es más o menos la cantidad en que se traducen las 21 000 toneladas de tabaco estimadas durante la última campaña en Vueltabajo (ya han sido acopiadas 16 100), y que manos expertas deberán clasificar una por una atendiendo al tamaño, la textura y el color, antes de su envío a la industria.
Si la cosecha recién concluida en la provincia, constituye la mayor de los últimos 12 años, con la etapa de beneficio, para definir los destinos de la materia prima, sucede lo mismo.
De ahí que se busquen alternativas para poder asimilar la producción, y hacerlo además con rapidez.
“Es que al tabaco, aun cuando esté seco, lo atacan las plagas”, explica Oscar Iglesias, especialista en la empresa tabacalera del municipio San Luis.
“Por eso es importante acelerar el beneficio y que pueda pasar rápido a la industria”, añade.
Con ese objetivo, señala que junto a las 13 escogidas con que cuenta el territorio para la actividad, hoy se sigue la estrategia de crear microescogidas en todos los sitios que sea posible, a fin de agilizar el trabajo.
“Hasta el momento tenemos 10 y pensamos llegar a 18”, apunta Oscar.
Se trata de instalaciones enclavadas en las comunidades que se acondicionan para cumplir las mismas funciones que las escogidas tradicionales, pero a una escala más reducida.
Es el caso, por ejemplo, de la que funciona en la zona de El Corojo, dentro de dos casas de curación (secado) de campesinos.
“Aquí se hacen todas las labores de un centro de beneficio normal”, afirma María de las Nieves Lezcano, quien se desempeña al frente de la unidad.
La iniciativa constituye además una importante fuente de empleo, en lugares donde escasean las opciones, y muchas personas se quedaban sin contenido de trabajo al concluir la cosecha de tabaco.
Yusleivys Yanays Álvarez era una de ellas. Por eso asegura que este tipo de centros han tenido un gran impacto en la comunidad.
Así también lo cree Mirtha Iriarte, quien había sido ama de casa toda su vida, hasta que la activación de una microescogida en la zona de San Benito, le diera la oportunidad de trabajar por primera vez.
Odalys Pimienta, jefa de esa unidad, explica que en la instalación laboran actualmente 72 obreros entre mujeres y hombres, y la cifra debe continuar creciendo en las próximas semanas.
Ello les permitirá procesar unas 115 toneladas de tabaco al cierre del 2018.
Virginio Morales, especialista del grupo empresarial Tabacuba, señala que hasta el momento han sido creadas 31 microescogidas a lo largo de Pinar del Río, gracias a las cuales el número de operarios que hoy intervienen en el beneficio se ha elevado a 4265.
Para procesar la enorme producción que dejó la pasada cosecha, no obstante, advierte que es preciso seguir sumando cientos de manos a esta actividad.
Ello implica, entre otras acciones, la apertura de 34 nuevas microescogidas que ayuden a acelerar aún más el trabajo, antes de que la próxima campaña entre en su apogeo y reclame para sí muchas de esas mismas manos, y de las edificaciones adaptadas para clasificar, hoja por hoja, miles de toneladas de tabaco.

powered by social2s