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juguetes madera 600x481Un juguete es todo cuanto  quiero- dije y mi abuelo – y él durmió tres noches en el portal de la tienda mixta para comprarme un triciclo. Era el lejano 1974 y mi ilusión pasaba por aquellas ruedas, los tubos naranja y el timbre niquelado.

Así llegaba en junio  el juguete básico el no básico y el dirigido, una forma de alcanzar a todas las familias con algo que se  consideraba fundamental en un país de infantes felices.

Entre  las primeras acciones del gobierno revolucionario fue "el bombardeo de juguetes" a la Sierra Maestra.  Jóvenes de todo el país cosieron los paracaídas y los pilotos de la fuerza aérea rebelde se sumergieron en la acción “militar” más sui géneris de la historia.

Juguetes posibless 2Nunca he pensado que aquella acción fuera solamente el fruto de la euforia o el impulso justiciero de un hombre que, a la sazón tenía 33 años. Había más, y los años posteriores lo demostraron.

Jugar es al cachorro de lobo, o al potro,  el más importante entrenamiento para la supervivencia. Para el humano es la primerísima  fuente de conocimiento práctico a la que solo puede acceder en el  roll del  camionero, el médico, el cosmonauta o  la maestra.

Cuando esta etapa se va, ya no hay remedio; entonces comienza la rebeldía incomprendida, la inutilidad que desvirtúa y la indiferencia por todo aquello que nos hizo hombres, humanos, creadores de nuestra raza.

Viví el Periodo Especial desde el primer día, y a mis hijos, les construí sus propios divertimentos, de esos que cultivan la mente y desarrollan  un cuerpo fornido, una piel tersa de soles y vientos y unos brazos  fuertes.

Por eso me regocijo con los chicos campesinos, los que aún no se contaminan con excesivos videojuegos, los que saben hacer un tirapiedras, una yunta de toros con botellas,  una jaula para cazar jilgueros, un arco y una flecha.

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Es cierto, hay carestías, porque la presión infame de los gringos quiere privarnos de la vida: eso no lo lograrán, ni podrán matarnos la esperanza y la capacidad de  imaginar y crear. ¡Crear!

La industria nacional, tiene que actuar de inmediato.  ¡Hay que construir juguetes! Juguetes prácticos, cautivadores, grandes y muy baratos- en costo de producción y venta.  Es necesario indagar en las raíces de la tradición, convocar concursos nacionales, explotar materiales inimaginados, reunir las mentes más brillantes del diseño,  la electrónica y las artes en Cuba para que esto sea una realidad.

Juguetes posibless 4Sueño en  cada provincia, en cada municipio, en una carpintería, hojalateros, pintores,  todos capaces de hacer ruedas, chasis; fundidores de plásticos, químicos…  enfrascados en fabricar tractores, excavadoras, juegos de cocina, casas de muñecas…. ¿Acaso nos volvimos torpes?  No lo creo, somos cubanos, siempre nos salimos con la nuestra.

Escribo todo esto lleno de esperanzas, ideas e iniciativas que quisiera poner en práctica. Pensar que las manos obreras de un país se forman en el táctil de un celular,  en la oscuridad de una habitación o en la holografía de un mundo inmaterial, es una falacia de la que conviene despertar. Una vez más: somos cubanos, ¡Si podemos!

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