La doctora Yanelys está en casa. Familiares, vecinos y amigos la reciben en la austeridad de su barrio donde el calor humano le depara el abrazo y le cura la nostalgia.

Hay discursos sencillos; palabras escritas con prisa, para no perder  la expresión primera de lo que  desean expresar los que  le quieren y admiran.

Tímida, de gran corazón, Yanelys supera las emociones y el cansancio, para hablar  con la prensa.

“Fue una experiencia increíble. Se trataba de curar  a los más pobres, en los lugares más difíciles y no fallamos, lo hicimos. De nuestra calidad humana y nuestra competencia profesional nadie tiene dudas en este mundo. Ahora estoy feliz, en casa, con los míos, y orgullosa de haber cumplido.”

En los centros hospitalarios de Mantua médicos y enfermeras se pronuncian contra la afrenta infligida por el nuevo mandatario brasileño. Así lo hizo el doctor Deily Miranda, médico clínico  de gran prestigio en la provincia de Pinar del Río.

“Es un asunto de negocios: Bolsonaro representa a la parte de los médicos brasileños que no desea el programa Más médicos porque afecta los intereses financieros de estos. También se da la mano con los sectores reaccionarios que bloquean a Cuba.  Y por demás, de un hombre íntimo del racismo, admirador de Donald Trump y nostálgico de la otrora dictadura brasilera no se puede esperar otra cosa.”

Tras el merecido descanso, la doctora  Yenelys volverá  a sus pacientes cubanos que ya no la verán en la dimensión juvenil de su presencia, sino en la heroicidad de su entrega, en el respeto a la tierra que le formó  y en la grandeza de su sencillez y su sonrisa.