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El fondo habitacional cubano es una de las esferas más recurrentes y criticadas por la sociedad actual; no en balde las máximas autoridades del país han tomado medidas serias y proactivas para eliminar la carencia de viviendas, mejorar las condiciones de las ya existentes y dejar en cero el contador de aquellos indicadores negativos dejados por el azote de los fenómenos meteorológicos en la provincia más occidental.
Debido a esto, se crean estrategias y se potencian recursos con el objetivo de una mejor distribución de los mismos dentro de cada territorio. Una de estas iniciativas consiste en la creación de los llamados centros de producción local de materiales para la construcción. Locales que hoy a fuerza de inventiva y duras jornadas de trabajo logran sacar gran parte de los elementos que componen una vivienda.
El municipio de La Palma cuenta hoy con seis de estos centros ubicados a lo largo de su territorio, y aunque aún le restan otros tres para llegar al 100 por ciento de presencia en todos sus Consejos Populares, las autoridades de la localidad manifiestan que se trabaja para lograr dicho cometido.
Carlos Manuel Orta Sánchez, vicepresidente del CAM para atender la esfera de las construcciones mencionó que el municipio tiene un plan estatal de 69 viviendas. De ellas 30 pertenecen al Micons, 27 a Construcción Civil y el resto a la Agricultura. En cuanto a los subsidios, son 132 a terminar, y otros 32 en el caso del esfuerzo propio.
Por su parte, Medardo Goizueta Cueto, director municipal de la UEB de Construcción Civil, afirmó que hoy en los centros de producción local se generan todos los elementos que conforman una vivienda, como son el piso, los elementos de pared, techos, mesetas, fregaderos y otros.
“Tenemos instalada la capacidad para fabricar una casa diaria, y creo que con intención podemos hacer un poco más. Tenemos un plan de 10 200 bloques de 15 y otros 2 400 de 10. No obstante, podemos alcanzar los 30 000 bloques mensuales sin problema alguno, lo que nos sigue afectando el tema de los recursos, que hoy son pocos los que se nos entregan”.
“No nos hemos cruzado de brazos a esperar por soluciones externas, pues tenemos en funcionamiento cuatro molinos, uno artesanal para moler piedras destinadas a la conformación de baldosas, los tres restantes, estatales, destinados a obtener el polvo de piedra y la arena artificial. Con ellos vamos impulsando también el tema de los subsidios”, acotó Goizueta Cueto.
Hoy la provincia exige a los palmeros la conformación de 12 renglones que principalmente componen una casa. Y aunque con retraso, poco a poco se va haciendo camino y asentando pautas seguras para el cumplimiento. A decir de ambos directivos, este territorio pronto se pondrá al día con sus compromisos para recibir el 2020 con indicadores positivos y listos para nuevas metas.

 

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