powered by social2s

¿Cuáles fueron los primeros pasos en la radio?
“Comencé a trabajar en el año 1953 como realizador de sonidos en la emisora CMAR, más tarde pasé a la CMAD, luego a la CMAB; posteriormente a la CMAL y por último a la CMAS, la cadena occidental de radio, actual Radio Guamá. Examiné en 1966 como locutor hasta nuestros días”.

¿Qué lo motivó a incursionar en este mundo?
“Viví en el campo y allí hice mi escuela primaria. Al concluir el sexto grado, mis progenitores decidieron mudarse para la capital pinareña, para ofrecerme los estudios secundarios y después hacerme, como dijeron ellos, contador, tenedor de libro o maestro.“Pero en el año 1946 mi padre compró un radio y en mi infancia me llamó la atención la cajita de madera con un cristal, los abundantes números, los dos botones y las voces que salían del interior. Desde luego, empecé a escuchar programas musicales y dramáticos como Los tres Villalobos y Leonardo Moncada. Me gustaron las narraciones de Juan José Castellanos y de Félix Sánchez. De ahí nació mi interés por la radio.“Durante mi labor narré aventuras, cuentos y hubo programas premiados en los distintos festivales. También fui laureado como actor. Ejercí cinco especialidades: realizador de sonidos, locutor, actor, director de programas musicales y dramáticos. Los dos últimos me marcaron en mi vida profesional, porque estuve y sigo familiarizado con el público, como lo fue con el programa Del sabor con la orquesta Aragón, Comenzamos a las siete, Festival del sábado, entre otros”.

¿Su preparación para ejercer la locución en que se basó?
“Fue empírica. Ante todo la radio para mí significó universidad, pues trabajé en cinco emisoras como realizador de sonidos y aprendí de muchos locutores; veía cómo se proyectaban, la dicción, la pronunciación, la entonación, la fluidez, la personalidad, el poder de improvisación y otras habilidades”.

¿Después de intensos años de trabajo puede afirmar que esta consagración ha sido justamente reconocida?
“Sí, como artista de mérito de la radio cubana, con el premio nacional de radio por la obra de toda la vida, con el micrófono de la radio nacional y por ser miembro fundador del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Además, con la adquisición de dos sellos: Aniversario 85 de la radio pinareña y 90 de la cubana; con el premio de locución Violeta Casals y contando conque en mi expediente laboral no cupo todo mi desempeño”.

¿Cuáles fueron los momentos más felices en su trayectoria artística?
“Cuando me concedieron esos reco-nocimientos, al evaluarme en las diferentes especialidades. Otro fue alrededor del 2005 cuando integré el jurado nacional de locutores y hablantes en el país. Eso me honra, estimula; me siento muy contento y mientras tenga vida lo estaré recordando”.

¿Guarda alguna anécdota significativa?
“Buenas y malas, el cambio de una con la otra fue cuestión de segundos. Aprobé mi examen final de locución, pero unos amigos me hicieron una encerrona. Luis Alarcón Santana y Frank Guevara me llamaron y me dijeron: ‘Jesús Benítez Rubio usted se cree una gloria de la locución en Pinar del Río, está equivocado, debe dedicarse a otra cosa’.“Fui cambiando de colores según ellos y les respondí: ‘Lo que hice, lo hice con mucho amor, con un interés marcado, porque estaba convencido de hacer las cosas bien’. Escuché a Frank decir: ‘A ese hombre le va a dar un infarto, no le digan eso’. Luego me abrazaron y felicitaron. Ese fue el momento feliz y más amargo”.

¿Qué diferencias hay entre la locución de antes y la actual?
“En la radio hay que tomar lo bueno del capitalismo e implantarlo dentro del socialismo. Si tú eras realizador de sonidos, periodista o locutor debías estar evaluado. El intrusismo no existía como hoy: los músicos, actores y periodistas hacen locución, sin serlo.“Soy presidente de la cátedra de locutores en Vueltabajo y por ende, miembro de la cátedra nacional y cada vez que asisto a las reuniones pregrunto si por fin se creará la federación, el colegio o la asociación de locutores, y la respuesta es no.“En la radio, dentro de la locución hay unos trueques de i por e: Cuba está 'bloquiada', en vez de bloqueada; los trabajadores del Combinado 'Láctio', en vez de Lácteo, y como esas muchas más. ¿Por qué lo hacen?“La mejor locución de latinoamérica en mi época, fue la cubana. Varios profesionales fueron al extranjero a trabajar un tiempo, porque eran captados, sobre todo, los del circuito CMQ. Daba gusto oír a los de Radio Progreso, hablaban correctamente y sin embargo, hoy la radio y la televisión están llenas de lagunas, en cuanto a la pronunciación de los locutores y de los que no son y conducen programas. La mayoría carecen de la técnica”.

¿Tiene algo que decirle a la nueva generación?
“Aquella persona interesada en ser locutor, sabe que es un sacrificio, pues si hay un mal tiempo debe ir para la emisora y cumplir. Debe superarse, estudiar y ser disciplinado ya que se dirigirá a un pueblo que merece respeto, con mucha veracidad y naturalidad”.

¿Qué hace en estos momentos?
“Estoy jubilado desde el 2009, pero sigo colaborando con la emisora en los programas de corte campesino, Como que montuno eres, de lunes a viernes y Fiesta en la cooperativa, los sábados y domingos, y de música mexicana. En fechas significativas también doy mi aporte.“Además, fuera de la radio tengo tres peñas: una en mi casa, en la Uneac y otra en la casa de cultura Pedro Junco, con Adelfa Velázquez; todas, una vez al mes. El contenido de ellas es diverso, desde el surgimiento de la radio, la vida de los locutores de la provincia hasta la cultura comunitaria. Me siento feliz y si volviera a nacer sería locutor de la radio cubana”.

 

powered by social2s