Cirilo Villaverde y su excursión a Vueltabajo

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Nacido en San Diego de Núñez el 28 de octubre de 1812 resulta además el primero en orden cronológico, ante cualquier intento de historiar las letras de la provincia de Pinar del Río.

Todavía ocupa Villaverde otras primacías para nosotros si acudimos a las palabras de nuestro primer intelectual, José Martí, quien señala que para que exista una nueva literatura debía existir un paisaje, unas circunstancias y una forma de ser peculiar en los hombres que allí habitan.

Villaverde, en el plano nacional contribuyó a este concepto con su novela, reflejo de los primeros años de la colonial sociedad habanera del siglo XIX, pero además, sentó las bases con otra obra suya para el surgimiento de una literatura propia de esta región más occidental del país.

Descripción de la naturaleza, del paisaje circundante, resumen de costumbres, muestra de las situaciones mas pintorescas de Vueltabajo, narración de las circunstancias propias de la zona, admiración del hombre que la habita; todo ello junto a un finísimo cariño por nuestra tierra, lo encontramos en EXCURSIÓN A VUELTABAJO, obra que no titubeamos en considerar como nuestra primera manifestación literaria local; y no solo debido al orden meramente cronológico, sino a los elementos ya mencionados y a sus valores artísticos, los cuáles han sido resumidos por nuestro poeta mayor, José Martí, con las siguientes palabras: “...Donde lucía el castellano como un rió nuestro, sosegado y puro, con centelleos de luz tranquila, de entre el ramaje de los árboles y la mansa corriente recargada de flores frescas y de frutos gustosos".

Cumple además EXCURSIÓN A VUELTABAJO requisitos no solo de orden cronológico y de calidad literaria, si no que también se inscribe entre las obras de carácter épico por cuanto a la manera de una odisea, narra un viaje de doble dimensión, una en el tiempo, recordando su infancia el autor, y otra en el espacio real, a través de la Sierra de los Órganos, durante la primera mitad del siglo XIX; viaje matizado de verdaderas aventuras propias de la época. Épica también es la dimensión que alcanza como obra en la cual se mezclan elementos dramáticos, narraciones intensas, descripciones sintéticas, fragmentos poéticos, escenas cómicas y escenas trágicas, episodios narrativos como la historia de una familia guajira y su encuentro con los piratas, o la historia de Marcos Guerra, mitos y leyendas de las familias guajiras sobre aparecidos y muertos, sobre negros cimarrones y piratas no tan irreales, todo esto en el tapiz extendido sobre un marco histórico, en el cual el acontecimiento trascendental es la colonización, la extensión de ingenios y cafetales que durante esos años cobró particular impulso en esa zona.

Precisamente en EXCURSIÓN A VUELTABAJO encontramos la primera composición poética de nuestra literatura local. Cierto que Villaverde plantea que estos versos “inéditos” son “de un amigo” pero su difusor es él, (como lo fue Silvestre de Balboa -por encontrar otra coincidencia con una obra inicial- cuando inscribe un motete al final de Espejo de Paciencia).

Nada a las tardes se iguala
de nuestra cubana Antilla:
bellas son a maravilla
con su frescura y su gala.
¡Feliz quien en campo ameno
gozarlas puede, aspirando
los ámbares que exhalando
las flores van de su seno:
donde oye el son armonioso
aunque confuso que envía
a la tierra, al morir el día,
cuál humo a Dios poderoso:
donde sin místicos velos
brotar la vida se siente;
donde es más puro el ambiente,
mas cristalinos los cielos...!

Este libro, con dignidad literaria y con cariño a lo nuestro, inauguró la presencia en las letras de los antepasados culturales de nuestra provincia, adelantó los destellos del amanecer artístico que sólo ha sido posible apreciar a través de la pluma del genio martiano en el siglo pasado y ahora por todos los que lo lean, desde este mediodía de amor en que vivimos.

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