Nació el 7 de diciembre de 1927, en finca La Cantera, barrio de San José, en Pinar del Río, fue el quinto de un total de once hermanos. Vivían en un pedazo de tierra que no era de su propiedad y que trabajaban para satisfacer las necesidades más perentorias del hogar y por sobre todas el pago de la renta. En su infancia mostró carácter vivo y alegre pero al mismo tiempo fuerte y enérgico. Era dado a las bromas, de la misma forma que castigaba con sus puños a quien le ofendía.
En la escuela, se distinguió por sus facilidades de comprender las materias y la inteligencia dispuesta, que le caracterizó en el resto de su vida. A los siete años aproximadamente, comenzó a trabajar con su padre en el campo, donde aprendió del trabajo agrícola y especialmente el laborío del tabaco, no por ello, Tite, como todos lo llamaban en el barrio, perdió la viveza de su niñez que disfrutó a pesar de haberse emprendido tempranamente a la dolorosa explotación de la cual sufrió en unión de sus familiares.
Desde pequeño sintió predilección por la cazería y las armas de fuego, lo que influyó en la puntería que tendría a lo largo de su vida. Hizo el séptimo grado y comenzó a estudiar comercio por las noches, lo que alternó con el diario y duro trabajo en el campo. A los dieciochos años de edad y por razones de índole económica, Antonio, aprendió el oficio de albañilería y carpintería; trabajaba en la construcción para mantener la familia.
Sus actividades revolucionarias comenzaron el propio 10 de marzo de 1952. Mostrando ser un abierto y franco antibatistiano. Fue activo en las manifestaciones contra la tiranía, simpatizando con los moncadistas. Al salir Fidel Castro del Presidio en Isla de Pinos, una de las primeras banderas del 26 de julio que se pusieron en la carretera de Pinar del Río a Viñales, la puso él.
Vendió sus instrumentos de trabajo y partió para Oriente en 1957. Incorporado a la guerrilla se le asignó la responsabilidad de cargar la única ametralladora 30 que existía en la misma, la que sería su inseparable compañera de pelea durante todo un año. Antonio ya era un aguerrido y estimado compañero en la Sierra Maestra, atendiendo a su provincia de origen le llaman Pinares, nombre con que se cubrió de gloria en las serranías orientales. El Comandante en Jefe Fidel Castro, por su arrojo y valor resistiendo la ofensiva de la tiranía, ascendió a Pinares a capitán. Durante la invasión en la columna de Camilo Cienfuegos y en la campaña de Las Villas mostró su valía como guerrillero, ganando la simpatía y el respeto del Señor de la Vanguardia.
Al triunfar la Revolución recibió los grados de Comandante y cumplió importantes misiones en las Fuerzas Armadas Revolucionarias en Pinar del Río e Isla de Pinos. Cursó escuelas militares y ocupó responsabilidades en la lucha contra bandidos.
En 1966 partió para Bolivia junto al Che, convirtiéndose en el legendario Marcos en la guerrilla, hasta su caída en combate el 2 de junio de 1967.