Contaba con 86 años de edad y parte de su vida la dedicó al desarrollo de un turismo sano y diferente en el simbólico Valle de Viñales de reconocida atracción mundial por sus valores naturales y paisajísticos.

Cuando solo tenía 16 años, este pinareño de pensamiento emprendedor decidió sustituir las labores de cultivo de la tierra para dedicarse a la gastronomía, aprovechando la oportunidad de la fama adquirida por los mogotes del Valle a través del cuadro del pintor Domingo Ramos, en su exposición en New York, en el año 1939.

Con la anuencia de su padre inauguró, el 20 de mayo de 1947, un restaurante en el Mirador de Los Jazmines que facilitó este servicio al creciente número de visitantes atraídos por la belleza del sitio. A este negocio se incorporó su compañera de toda la vida María Aurora “Neco” Hernández.

El 28 de agosto de 1959 el Comandante en Jefe Fidel Castro acompañado por Celia Sánchez y Antonio Núñez Jiménez inició una reforma turística en la región, por lo que el negocio del Niño Vera se convirtió en un flamante hotel Los Jazmines, el primero construido por la naciente Revolución, fundado el 20 de mayo de 1960. A la propuesta del Comandante para asumir la administración respondió con la modestia y sencillez que siempre lo caracterizaron, que solo deseaba ser almacenero, tarea que cumplió con responsabilidad y profesionalidad hasta su jubilación.

Por su reconocida trayectoria, El Niño Vera se hizo acreedor de varios reconocimientos por el Ministerio del Turismo, entre ellos el de estudiantes y trabajadores del Centro de Capacitación de la Delegación del Mintur que le otorgaron la condición de Paradigma del Turismo Revolucionario por su ejemplo y enseñanzas.