El hombre necesita del medio ambiente para protegerse, alimentase y generar ciertas comodidades que le permitan una mejor estancia a su paso por el planeta.
Sin embargo, esa realidad se ha magnificado hasta tal punto que la extinción de especies animales y vegetales, como resultado de las acciones irracionales del ser humano, es considerada una de las más amargas consecuencias de la forzada selección natural.
Los ríos y las costas de Mantua exhiben tasas mínimas de contaminación ambiental. En los bosques predomina el ordenamiento a partir de la explotación racional de los recursos maderables.
Rico en flora y fauna, el macizo montañoso se proyecta como refugio natural para las especies animales de menor y mayor porte, como la jutía y el venado.
Los incendios forestales en la temporada seca, constituyen el mayor peligro para la biodiversidad local y la existencia misma de los recursos forestales.
La mayoría de estos son de origen humano y constituyen el principal reductor de la cobertura boscosa, lo que incide negativamente en la economía de la industria maderera.
Entre las políticas para el aumento de la superficie boscosa se encuentra la producción de carbón a partir del marabú.
La tala y extracción de madera se realiza de forma planificada y con el empleo de maquinarias eficientes que minimizan los costos y cuidan el bosque.
Sobre esto, Henry Domínguez, Intendente Consejo de la Administración en Mantua, nos comentó: “vivimos en un territorio eminentemente de matriz forestal, más del 50% de nuestra cobertura en cuanto a superficie está compuesta por bosques, eso nos lleva a pensar en un desarrollo sostenible, o sea la cuestión de pensar en el medio ambiente como un eje transversal a todo desarrollo también pasa por Mantua”.
Otras medidas locales consisten en la conservación de los suelos a través de la siembra en contorno, barreas vivas y terrazas.
Las tierras ganaderas, otrora infectadas de marabú, hoy se siembran de pastos.
El Fondo de Medio Ambiente Mundial entre sus designios de financiamiento contempla proyectos de carácter internacional como Eco-valor.
“El objetivo de las acciones de este proyecto se resume en la contribución al desarrollo económico y social del país a través del fortalecimiento de los marcos jurídicos, normativos e institucionales en sectores claves. Dentro de nuestro municipio está seleccionada la unidad silvícola Río Mantua y el área protegida Los Pretiles”, afirmó Dianelys Asco, especialista Municipal del CITMA.
Mantua atesora valiosos recursos de la biodiversidad. Algunos con presencia casi exclusiva, localizados fundamentalmente en sus bosques, ríos y ecosistemas vulnerables. La protección de estos tesoros naturales es compromiso y obligación de los que hoy han de garantizar un territorio limpio y ecológicamente balanceado para el mañana.
En vísperas del cinco de junio hacemos un llamado a la aplicación de políticas más radicales respecto a los incendios forestales, la caza furtiva y una relación más amigable y constructiva con el medio ambiente.
Por eso invitamos al empleo de tecnologías amigables que alejen la contaminación y retarden el cambio climático, esa es la mejor forma de salvar la casa grande que nos cobija y en la que por muchos siglos tendremos que habitar.