Con una velada político cultural frente a la iglesia local se recordaron los principales hechos que dieron lugar a la histórica decisión de convertir en cenizas el poblado antes que entregarlo a los españoles.
La torre del templo fue lo único que quedo en pie luego del incendio a pesar que a ella se le amarraron casi 50 yuntas de bueyes para derribarla.
Esta ocasión se aprovecha para entregar el escudo de San Juan y Martínez máxima distinción que otorga la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Lo recibieron Juan Benítez Arece y Miguel Acosta Castillo. También se entregó la distinción Isabel Rubio a un grupo de destacados historiadores locales.
La jornada finaliza en el sitio histórico del Hoyo de Monterrey por donde hace 121 años comenzó el incendio que destruyó el pueblo.