Antes que el astro Rey asomase por el horizonte, la solidaridad y la conciencia social ya habían amanecido en las calles de Viñales.

Desde aproximadamente las cinco de la mañana, mujeres y hombres emprendían el nuevo día de trabajo y otros menesteres personales no menos importantes, con la incertidumbre de cómo sería el traslado hasta la capital provincial; otra dura faena en estos tiempos de emergencia energética transitoria por la que atraviesa nuestro país.

De a poco fueron apareciendo otras luces en las calles, unas fugaces, las menos; otras, las más, que se detenían en la esquina que marca la salida hacia la ciudad de Pinar del Río.

Ayer, fue el ViaAzul, (carro Nº 833) que cubre la ruta Viñales-Trinidad del horario 6:45 am quien se detenía en la parada. La tripulación compuesta por Reinaldo Malagón Cárdenas y Javier Gómez Granda amablemente invitaban a abordar el ómnibus a los viajeros que esperan.

Hoy fueron varios automóviles (un “Gely” blanco perteneciente al Comité Provincial del Partido y varios autos de Cubataxi) y también el Viazul Viñales-Trinidad, carro Nº 853, los que se detuvieron con la misma finalidad; la de contribuir a aliviar la difícil situación de transportación en el municipio. Y serán muchos los que multiplicarán esta actitud solidaria; lo reafirma la voz agradecida del pueblo. Que no se pierda la ternura en estos tiempos de unirnos en fraternidad colectiva, que las luces del amanecer y del día sean más perdurables que fugaces.
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