Hoy, lunes tres,  la provincia pinareña despertó con un nuevo enfermo de la Copvid-19, un colaborador del municipio de San Luis, masculino de 56 años, con estado favorable, y que eleva a cuatro los enfermos hospitalizados de esa localidad.

Estadísticamente esta parte del occidente totaliza 60 confirmados mediante PCR, de ellos ingresados nueve, un caso de La Lisa desde la semana pasada, un importado desde los Estados Unidos y siete colaboradores de Venezuela. Los restantes 51 gozan de buena salud epidemiológicamente.

Ahora hay 102 personas en aislamiento, 27 Sospechosos, 30 por contactos y 36 viajeros del exterior. Se continúa sin personal de la salud en cuarentena. Se insiste, para conocimiento de la población, que los casos importados, porque tienen procedencia del exterior, se mantienen en estricta vigilancia desde que llegan al país, y se confía en que no haya ningún infractor.

El total de pesquisas ayer llegó a 156 970;  a las consultas de IRA acudieron 38 atendidos y cinco fueron remitidos para hospitalización.

El número de PCR suma 6751, con 60 positivos, y las pruebas rápidas totalizan 8543.

En cuanto a medidas sanitarias todo está dicho, queda en manos de la población definir sin quiere mantener buena salud; en los barrios vueltabajeros continúan en horario nocturno (y diurno) las mesas de dominó en lugares públicos  con cantidades excesivas de personas, las tertulias callejeras, poco respeto al nasobuco o mascarilla y solo responden a la acción policial, que indudablemente no puede estar en todas partes.

La gente están llevando su verano al estilo habitual, olvida que hay una epidemia letal para la que no ha vacunas ahora y, lo peor, se ve niños y grupos de adolescentes y jóvenes que, al parecer, no son regulados por sus familias.

Aparte de las colas, hay números exagerados de transeúntes a toda hora, saturando el sistema de transporte público y desconociendo la insistencia de los especialistas de salud.