Luis persevera en un pequeño terreno

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luis terreno

Hace unos años, Luis Miranda Moreno recibió la justa jubilación por más de 40 años de servicio a la nación, pero acostumbrado a trabajar casi desde niño, "no se hallaba" sin hacer nada, y bastante fuerte todavía".

Desde el balcón de su vivienda, en el cuarto piso, de un edificio multifamiliar en el consejo popular La Sabana, al norte de Minas de Matahambre observó un pequeño espacio de tierra ocioso y colmado de malezas.

Comenzó a meditar cuanto provecho podía sacarle y no lo pensó mucho: Hizo una breve visita al terreno y decidió solicitarlo en usufructo; para su beneplácito le fue concedido y de inmediato puso manos a la obra seguido de Javier, su joven hijo.

Gozoso de toda su obra cuenta de su experiencia cortando palabras, frases, ideas, sonriendo y sin dar mucho crédito al interés que muestra Radio Minas en conocer su historia que puede ser tan común.

Quizás no comprende Luis que, esta junto a otras similares y frecuentes por estos tiempos, se convierten en pequeñas hazañas que ayudan a la Patria a seguir adelante con su proceso revolucionario, en momentos en que el bloqueo de Estados Unidos se arrecia y una pandemia global se empecina en permanecer.

No obstante comenta que por "lo que trae el barco no se puede esperar", refiriéndose a la importación de alimentos.

Consiente entonces de que el ejemplo es válido, continúa.

Todavía no sabía, a ciencia cierta, cómo estaba el terreno, una inspección más profunda le demostró que el reto de "sacar de allí una parcela y ponerla a producir" era mayor de lo que pensaba.

"Había un muro de cemento de por lo menos ocho metros de largo y tres o cuatro de ancho, aunque poca altura".

Pero la voluntad no menguó. Tras muchos días eliminaron el mayor obstáculo y prosiguieron en el empeño.

Ya Luis no recuerda las cosechas que lleva realizadas de rábano, acelgas, lechugas, pepino y habichuelas, entre otras. De todo ello sirve a centros asistenciados como el policlínico y el círculo infantil.

Pero además le vende a los vecinos el excedente de las producciones que no consume y con ello mejora su economía y colabora con la comunidad.

También siembra flores para fechas señaladas del año como: Día de las madres y los padres, porque en esos días "tienen mucha demanda".

Los campos de flores son muy lindos, dice pero además en la comunidad no hay quien las siembre. "Para que la gente tenga algo que llevar al cementerio."

Por el momento Luis persiste, aunque ya no en ampliar como en principio hizo, si en mejorar las condiciones del terreno y seguir trabajando en la producción de alimentos.

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