Cada vez que Yaumely Cuesta Janeiro tiene una oportunidad corre a la máquina de coser y comienza a crear la ropa para sus muñecas. Busca telas de diferentes colores, a veces transforma vestidos o los amigos le hacen llegar ropas de múltiples texturas.
“En este universo todo vale, al final se transforma en arte, y eso es lo importante”, expresó la artífice.
Yaumely siguió la tradición de la madre, quien siempre inventó miles de objetos artesanales.
Desde muy temprana edad aprendió a tejer, después vino la fascinación por la muñequería.
Broches, estambre, colores, laminillas, componen cada una de las piezas.
Los rostros de animales y muñecas aparecen desde la imaginación de la autora, conversa con ellos mientras los fabrica, les impregna vida.
Vive un mundo fantástico, donde solo habitan buenos deseos, la pasión y ese talento emprendedor que no tiene fin.
Cada vez que Yaumely concluye una de sus obras, le nace en el alma una alegría muy alta como la Loma del Viento.
Su casa, la hija, locución radial, lectura de libros significativos, las flores son también parte del cosmos que cruza cada jornada.
Ella es una artista que solo pretende saludar la vida con el cariño de sus figuraciones.
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