Concluir la reparación de los viales, aumentar la presencia de productos en los mercados agropecuarios, reducir el tiempo de los ciclos de agua potable en diversas localidades, procurar la recogida de desechos sólidos en el menor tiempo posible, conforman problemas esenciales en Minas de Matahambre.

El esfuerzo tendrá que ser colectivo este año, desde la Asamblea Municipal del Poder Popular hasta cada uno de los directores de entidades interesados en querer revertir las deficiencias.

Estos escenarios son vitales para propiciar una mejor calidad de vida a los mineros, aspectos indispensables que contribuyen con el bienestar de todos.

En el caso de la reconstrucción de las carreteras es muy oportuno, en mi opinión, aprovechar la etapa actual de sequía para avanzar en las labores de fortalecimiento de la base pétrea, con la intención de ganar tiempo ante las venideras lluvias que paralizan las ejecuciones.

También tendrán que ser exigentes en la calidad de los tramos a pavimentar, reclamando las normativas técnicas vigentes para propiciar vías seguras y perdurables.

No puede reconstruirse desde la improvisación y el desgano, pues los resultados serán lamentables en pocos meses.

En cuanto a la reducción de los ciclos del vital líquido en diferentes barrios, se impone una explicación altruista que responda con certeza ante las constantes afectaciones que presenta el rodamiento de los sistemas de bombeos instalados.

¿Por qué se rompen tanto las bombas?, pregunta la población en las calles.

¿Por qué no suprimen los enormes escapes de agua que contribuyen también a crear más crisis?, afirman otros.

Y qué decir de los supiaderos, están que “meten miedo”, depósitos atiborrados de cuantos desechos existen.

¿Cuándo o cómo los van a despejar?

Conozco por el propio director de servicios comunales que no cuentan con la cantidad de trasporte adecuado para enfrentar esta anomalía, pero entonces tendrán que buscarse métodos o convocatorias populares que combatan esta irregularidad transitoria.

Con respecto al abastecimiento de los mercados agropecuarios se avanza en el consejo principal, pero el desafío aun es colosal.

Los presidentes de las cooperativas de créditos y servicios (CCS) tienen que aportar más junto a sus campesinos, aprovechar toda la tierra cultivable, seleccionar y experimentar con nuevos cultivos, ampliar los planes de producción y efectuar una contratación objetiva.

Los retos son muchos pero confío en el empeño de los mineros que no se amilanan.

Ustedes saben crecerse ante cada impedimento.

Ustedes pueden.