Me han tratado muy bien aquí, la comida es muy buena y no tengo quejas, asegura quien ahora forma parte del grupo encargado de montar los silos de arroz en Consolación del Sur, destinados a aumentar la capacidad de almacenamiento del grano en el occidental territorio.
Junto a otros 26 hombres encontró en el campamento una familia, pues todos los que allí laboran se esmeran porque se sientan en casa.
Leydiana Montano Barrios, auxiliar general, tiene ahora una responsabilidad mayor. La presencia de la COVID- 19 en Cuba y el rebrote en la provincia desde el pasado 6 de octubre ha obligado a todos a extremar las medidas higiénico- sanitarias para impedir la entrada de la pandemia.
La limpieza de las áreas comunes en el primer nivel- díganse oficinas, teatro, comedor y el patio- las asume consciente de su rol en el combate a la enfermedad en un sitio que el permanecen personas de Minas de Matahambre, Guane y Mantua.
Los protocolos implementados les permiten cuidar a sus familias y a los huéspedes, de modo que acometen la desinfección de las manos con hipoclorito de sodio, cuentan con pasos podálicos, exigen el uso obligatorio del nasobuco mediante una comisión creada para ello e implementan un estricto procedimiento en el comedor.
Sobre ese último tema, Montano Barrios enfatizó en que se mantiene la distancia de un metro entre los comensales, la entrada a esa habitación es de tres en tres y una vez concluyen la ingestión de los alimentos se les retiran los utensilios para que nadie se acerque al área de la cocina.
Los manteles los quitamos para lavarlos y los alternamos, por lo que todos los días no se ponen los mismos-acotó- y pueden recibir, incluso, bastante sol.
Asimismo, por ser la persona que más cerca vive del campamento- en el reparto 5 de Septiembre- al retirarse los trabajadores hacia sus moradas, ella regresa en la noche para observar el cumplimiento de cada medida.
Una estrella en el campamento
Pero casi nada sería posible en la Villa Vista Alegre sin el empeño de Estrella Serrano Bejerano, encargada de actividades generales, quien desde 2012 desempeña esa función y lleva 37 años dedicados al sector de la construcción.
Conoce como la palma de su mano cada habitación y espacio del campamento por la constancia de quien respira por el lugar donde trabaja y no cree en impedimentos para que algo salga bien.
Aquí permanecen constructores de Materiales de la Construcción, ATTAI y Producción Industrial y en los 14 cuartos ocupados velamos por el distanciamiento físico, asegura.
Les garantizamos el aseo personal y todo el avituallamiento requerido, incluidas mascarillas que fueron entregadas por la base de atención al hombre; en tanto reciben desayuno, almuerzo, comida y dos meriendas, precisa.
Asimismo, se les envía el almuerzo a los trabajadores de las brigadas dos y cinco, y las meriendas se aseguran con las producciones alternativas del centro de elaboración de ATTAI.
Y en la lucha por evitar el contagio de la COVID- 19 alude a la existencia de un reglamento estricto que contempla la prohibición de salida de la instalación- una vez regresan de las obras- así como las visitas.
Se ha entendido bien la necesidad de protegerse ante la pandemia, remarca Estrella con la satisfacción de quien sabe que los 10 trabajadores apuestan por la seguridad de todos.