Partiendo de la premisa de que muchas de las enfermedades que afectan al ser humano son propagadas por los animales, sesionó en la ciudad de Pinar del Río un taller para el enfrentamiento a la tuberculosis.
Auspiciado por la filial pinareña de la Asociación Cubana de Medicina Veterinaria (ACMV) y por la Universidad Agraria de La Habana, el evento reunió a unos 60 especialistas de Vueltabajo, quienes intercambiaron experiencias y recibieron información actualizada sobre este delicado padecimiento.
La doctora Maricel Fernández, jefa del Departamento Provincial de Sanidad Animal, explicó que en la llanura sur del territorio, abarcando los municipios de Los Palacios, Consolación del Sur, Pinar del Río y San Luis, existen miles de búfalos sin control en los cuales se ha detectado la enfermedad.
Se trata de animales que fueron introducidos al país hace más de dos décadas y que se han multiplicado durante ese tiempo, sin que las entidades ganaderas hayan logrado su captura y su reubicación en instalaciones donde cuenten con las condiciones necesarias de alimentación y de asistencia veterinaria.
“Aunque hace años se trabaja en este sentido por parte de la Empresa Pecuaria Punta del Palma, el problema persiste”, aseguró Maricel.
De ahí la importancia de este taller, en el que intervinieron también profesionales del Ministerio de Salud Pública, con el propósito de abordar la incidencia de la tuberculosis en las personas.
El doctor Jesús Moreno, presidente de la Asociación Cubana de Medicina Veterinaria (ACMV) en Pinar del Río, señaló que todas las agencias internacionales de las Naciones Unidas hablan de una sola salud, sin distinciones, teniendo en cuenta que más de 300 enfermedades reemergentes graves son transmitidas de los animales al hombre.
Las zoonosis (que es como se denominan) son por tanto un problema que hay que atender, dijo.
El funcionario añadió que en ocasiones, los criadores de animales no tienen la percepción de los riesgos ni una cultura sanitaria a la hora de interactuar con ellos.
En el caso de la tuberculosis, aunque en Cuba se considera una enfermedad “controlada”, no quiere decir que no se manifieste. Por tanto es preciso mantener su estudio, y la superación constante de los profesionales encargados de guiar la vigilancia y el combate contra ella, advirtió.