Quienes la ven a diario, con un entusiasmo contagioso, desandando los pasillos de la Delegación Provincial de la Agricultura, seguramente pensarán que hay un error, que Maritza Miranda no puede acumular 50 años de trabajo en el sector.
Sin embargo es así, tal como se lee. Aunque no los represente, la secretaria del buró sindical de la delegación de Vueltabajo sobrepasó hace 11 años la edad de jubilación, y se mantiene en activo.
Por ello, esta especialista en sanidad vegetal y máster en ciencias, afirma que debe ser una de las delegadas más longevas del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), a celebrarse próximamente.
Con cuatro décadas y media vinculadas a la labor sindical, Maritza considera un alto honor el haber sido seleccionada entre los más de 41 000 integrantes del Sindicato de los Trabajadores Agropecuarios en Pinar del Río.
“Para mí, es como un sueño, porque siempre quise ir a un congreso, y llevar las preocupaciones de mis compañeros, para luego poder esclarecerles”, dice.
En nombre de quienes la seleccionaron para que los represente en la magna cita de los trabajadores, asegura que llevará varias inquietudes. “Una de ellas es el salario, pero no es el único punto. También tenemos otras cuestiones fundamentales, como la atención al hombre”, señala Maritza.
Esa precisamente, ha sido una de sus prioridades en el trabajo sindical. “Es que las personas, cuando son atendidas, se sienten más comprometidas con su centro laboral”.
En su larga trayectoria como dirigente sindical, conoció la época en que a los más destacados se les reconocía con viajes a los países del campo socialista u otros estímulos.
“Ahora estamos en una etapa que yo llamo ‘de la inteligencia’, y depende de las iniciativas que uno pueda implementar para atender a sus trabajadores, porque ya no tenemos aquellas posibilidades”.
Cuenta que siendo muy joven conoció a Fidel, cuando cursaba la escuela de injertadoras de cítricos, en el municipio de Guane, en los primeros años de la Revolución.
De aquel encuentro inolvidable, conserva cada una de las frases del Comandante, su interés por la labor que realizaban, por las condiciones en que desempeñaban su trabajo…
“Esa imagen de él, es la que me inspira a hacer cada día algo nuevo”, dice.
En la Delegación de la Agricultura pinareña, se le ve con frecuencia al frente de la organización de las actividades políticas, los trabajos voluntarios, las movilizaciones de apoyo a la campaña tabacalera, los polos productivos o la recuperación de los fenómenos meteorológicos que han azotado a Pinar del Río.
También en otras tareas como las donaciones de sangre.
En ellas, le gusta estar acompañada de los jóvenes. “El trabajo que más me gusta es el que realizo con la juventud, que es la continuadora de esta obra que nos legó Fidel”, dice.
Sobre los retos del sindicato en la actualidad, asegura que debe ser “combativo, preocupado y responder al contexto que vive el país”.
“Estamos seguros de que de este Congreso saldrán nuevas líneas de trabajo que ayudarán al fortalecimiento de la clase obrera”.