Desde la debacle sufrida durante la primera mitad de la 56 Serie Nacional, los de casa no sufrían un letargo semejante, lo que de manera automática llevó a muchos a creer que las causas eran similares a aquella ocasión: distenciones entre los jugadores y la dirección.

Esa teoría, resultó por completo descartada esta semana, luego de que tanto el estratega pinareño como varios de los atletas, declararan todo lo contrario. Lo cierto es que ahora mismo, Pinar pasa por una situación alarmante al recalar en el último puesto de la tabla de posiciones del campeonato, nada menos que a cuatro juegos completos del cuarto escaño, que precisamente ocupan los alazanes.

El bateo, un apartado que se esperaba mejorase con la entrada de los refuerzos, es el peor entre las seis novenas que continúan en competencia al promediar un endeble 259 de manera colectiva. Por su parte el fildeo deja mucho que desear pues a 72 ascienden los errores cometidos por la defensa local sumando ambas etapas, estadística que convierten también a la novena en la más rezagada en este aspecto.

Por último el picheo, apartado que prácticamente aseguró nuestra presencia en esta fase, se ubica penúltimo, sobre todo por el pobre trabajo del bullpen de segunda línea, que trabaja sobre las 11 carreras limpias. Si bien todos esperamos una reacción que lleve a Vegueros a luchar por los puestos de clasificación de la actual temporada beisbolera, lo cierto es que necesita comenzar a ganar inmediatamente al menos dos partidos por compromiso, sobre todo aquellos que dispute como local.

Casi incomprensible resulta que el primer equipo en arribar a 20 victorias esta campaña, haya sido el último llegar a la treintena. Rebasada esa barrera, esperemos que el factor anímico que a todas luces merma el rendimiento quede también superado y muestren a partir de ahora una mejor cara.