Una idea se generaliza en el país y Mantua no está exenta: adolescentes de la secundaria básica y jóvenes del preuniversitario se preparan para estudiar carreras pedagógicas.
Desde la secundaria básica se forman los futuros maestros; se trata de inculcar a los adolescentes el ideal pedagógico, y la importancia que tienen para el futuro del país la educación y la instrucción.
La idea se materializa en las aulas de octavo grado, de donde salen los candidatos a estudiar magisterio en los próximos años.
Un proceso similar tiene lugar en las aulas del preuniversitario. Alumnos que optan por carreras pedagógicas se entrenan en un riguroso régimen de estudio para optar por las licenciaturas en matemática, física, química y biología.
Es la respuesta al déficit de maestros y profesores en la escuela cubana. Más que un facilismo, es la opción ideal para crear vocación por una labor de probados sacrificios pero imprescindible para el desarrollo multilateral del territorio, la provincia y la nación.