Después de cumplimentados cinco compromisos, el equipo pinareño se encuentra anclado en el quinto puesto de la zona occidental con balance de diez victorias y similar número de reveses. Estrepitosa barrida sufrieron los discípulos de Alexander Urquiola ante los cocodrilos matanceros en predios yumurinos que los hicieron descender hasta ese escaño, aunque solo están a dos juegos de la cima del circuito debido al triple empate que existe entre Artemisa, Villa Clara y Matanzas, todos con palmarés de 12 y 8.

Los elefantes sureños tienen foja de 11 éxitos y nueve derrotas y marchan con un juego por delante de los medias verdes, que deberán apretar el “acelerador”, para mantener sus aspiraciones de ocupar uno de los dos primeros puestos de la llave. Luego de estas cuatro derrotas ante Matanzas, Pinar no anda nada bien a la ofensiva, pues en este departamento aparecen ubicados en el décimo escalón, ocupan el número 9 en pitcheo, y son igualmente novenos en defensa. Con estos números, imposible pedir más.

Claro, en la media del campeonato, únicamente el pitcheo muestra parámetros aceptables, ya que se lanza para 3,63 carreras limpias por cada juego de nueve entradas, se batea para un anémico 263 y se defiende solo para 963. Solo dos bateadores del elenco vueltabajero, andan por encima de los 300. Reinaldo Lazaga (370), y Frank Raúl González (322).

De los serpentineros abridores, Yosvani Álvarez, ha aprovechado muy bien en esta liga la experiencia que ya tiene en las Series Nacionales, pues sigue mostrando números halagueños como el 1,11 en PCL, en 32 entradas y un tercio de actuación y que lo distingue por encima de sus coterráneos.

Resumiendo; Pinar del Río tiene, desde este jueves, dos subseries particulares en su cuartel general, el estadio Capitán San Luis y no son nada holgadas; después de enfrentar a Cienfuegos recibirán a Villa Clara. De ellos exclusivamente dependerá mantenerse en el pelotón de vanguardia que presenta la reñida zona occidental.