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tuneles TPinarCon el propósito de apoyar la producción de alimentos, y de aprovechar una infraestructura que permanecía en desuso la mitad del año, los túneles dedicados a la obtención de posturas tabacaleras en esta provincia se siembran de hortalizas.
Rectorada por el Movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana, la iniciativa prevé aportar cientos de toneladas de cebolla, col, lechuga, zanahoria, acelga, entre otros cultivos, en los meses de febrero a julio.Además, da garantía de empleo para los obreros de esas instalaciones, la mayoría de los cuales se quedaban sin contenido de trabajo al concluir la plantación de tabaco, y debían ser reubicados.
Lérida María Sánchez, quien dirige la Agricultura Urbana y Suburbana en la provincia, explica que la experiencia se inició el año pasado, en unidades de los municipios de San juan y Martínez y Consolación del Sur, y se extendió al resto de los territorios en el 2018.
Según la funcionaria, Pinar del Río tiene activos o en construcción, 155 túneles de este tipo, con un área neta en la actualidad de cinco hectáreas.
Aunque la cifra pudiera parecer pequeña, las características del sustrato, las condiciones de riego y el hecho de estar protegidas bajo tela, hacen que resulten altamente productivas, advierte la especialista.
“En ellas se pueden hacer tres rotaciones de cultivos durante esos meses, con un rendimiento de nueve kilogramos por metro cuadrado. Así que sumando la totalidad de las instalaciones, pudieran ser alrededor de 400 toneladas de hortalizas durante esta campaña”.
En comparación con las áreas a cielo abierto, señala que el empleo de los túneles, reduce la incidencia de la luz solar sobre los cultivos, y hace que estén más protegidos de las plagas y las enfermedades.
Por otra parte, se mantiene más la humedad en el suelo, y se pueden controlar con mayor eficiencia todas las atenciones culturales.
Así lo cree también, Pedro Luis León, trabajador del centro de producción de posturas La Esperanza, en el municipio de San Luis. “Esto tiene muchas ventajas. Lo primero es que es un área concentrada, donde todas las labores son fáciles. Ni la lluvia ni el clima nos afectan”, dice.
Olga Lidia Díaz, especialista de la Unidad Básica de Producción (UBP) de Semillas de San Juan y Martínez, recuerda que anteriormente, los canteros se quedaban en barbecho al término de la campaña tabacalera y se cubrían de malezas.
Por tanto, además de aportar alimentos, la iniciativa permite que permanezcan limpios.
Hasta el momento, más de 10 toneladas han salido de las tres baterías de túneles sanjuaneros hacia los mercados y los centros asistenciales del territorio, y la cifra crece por día, en la medida que nuevos canteros entran en cosecha.
“En estos ya se consumió lechuga y ahora sembramos zanahorias. Estos otros se cultivó cebolla y ahora tienen rábanos”, detalla Juan Carlos Valdés, el director de la UBP mientras recorremos las instalaciones, y afirma que antes de que llegue la campaña tabacalera, habrá tiempo de cosecharlos, y sembrarlos otra vez.

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